El ex presidente boliviano Evo Morales partió este sábado en un vuelo desde México con dirección a Cuba, y el diario español El País difundió que tiene pensado instalarse en Argentina luego de que Alberto Fernández tome posesión del cargo, el próximo martes. Hace dos semanas habían arribado los dos hijos del líder boliviano.

Morales llegó como asilado a México a mediados del mes pasado, dos días después de haber renunciado al cargo en medio de presiones militares contra él, su familia y los principales miembros de su gobierno y de fuertes protestas y denuncias opositoras por fraude en las elecciones presidenciales de octubre pasado.

México se hizo cargo de sacar al ex líder boliviano de la región de Bolivia donde se había escondido para evitar su detención, una odisea en la que estuvieron implicados varios gobiernos latinoamericanos y el propio Fernández, quien avaló la afirmación de Morales que fue derrocado por un golpe de Estado.

Morales gobernó en Bolivia durante 14 años y mantuvo muy buenas relaciones -además de gran sintonía ideológica- con los gobiernos de los ex presidentes Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, que será la vicepresidenta de Alberto Fernández.

Fuentes de la Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana dijeron este sábado que "Morales viajó por la mañana rumbo a Cuba", y que el ex presidente informó que "se trata de un viaje temporal".

Gabriela Montaño, ex ministra de Salud boliviana, confirmó luego que "el presidente Evo Morales está en Cuba para una consulta con el equipo médico cubano que antes lo atendía en Bolivia ", informó la agencia de noticias EFE.

El País, citando fuentes no identificadas, afirmó que Morales evalúa instalarse en Argentina para estar más cerca de Bolivia y poder reunirse con dirigentes de su partido y discutir la candidatura con la que su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), se presentará en las próximas elecciones.

El líder boliviano pretendía asistir a la toma de posesión de mando de Fernández, pero el equipo del presidente electo le recomendó que espere hasta que asuma el cargo porque no le pueden garantizar asilo y seguridad, ya que esa decisión todavía depende de Mauricio Macri, según El País.