La situación de los trabajadores despedidos por Cargill sigue sin salida. La audiencia de este jueves en la sede de Ministerio de Trabajo fue escenario de la misma obra repetida: la patronal mantuvo su intención de retiros voluntarios para los 45 que cesanteó el 30 de enero, y la cartera provincial dictó una nueva conciliación obligatoria, mientras transcurren últimos días de una medida similar que el gobierno nacional había dictado con el mismo fin.

El delegado del Sindicato de Aceiteros (Soear), Sergio Díaz, se mostró desconfiado luego de la reunión, y manifestó a Rosarioplus.com: “Los empresarios firmaron la conciliación pese a su desacuerdo evidente, y de nuevo rezaremos por que lo acaten una vez que termine la conciliación de Nación y no pongan gendarmes armados en la entrada, como la vez pasada”.

La hipótesis del plan empresarial para los delegados de Soear es que “Cargill tiene pensado tercerizar y precarizar todas las condiciones de trabajo, como hizo Cofco y así de mal le salió con un silo explotado con empleados muertos y heridos que no les importan. Total no son sus empleados”, repudió Díaz al término de la audiencia celebrada en la sede de Lagos y San Lorenzo.

Mientras tanto, los despedidos trabajan normalmente, pero “con la angustia de la incertidumbre, porque trabajaron algunos 12 años poniendo su fuerza de trabajo y la empresa los despide diciendo que la ley les permite indemnizar a quienes quieran”.

Díaz analiza que esta postura de Cargill es “un alineamiento con el Gobierno Nacional, porque se conoce que hacen llamados informales para apretarlos con reducciones, y se sabe que no hay problemas económicos, porque es la aceitera que tuvo más ganancias con las exportaciones”.

De esta forma tildó el conflicto como “una persecución política al gremio, ya que de todos los aceiteros somos los que rompemos el techo de las paritarias. No es casual”.

El próximo martes la patronal y los delegados se reunirán nuevamente en el Ministerio de Trabajo de la Nación, y en paralelo los empleados esperan atentos al 2 de marzo, fecha en que culmina la conciliación dictada por aquella cartera, con temor a que nuevamente incumplan con la conciliación nueva provincial.