Google apeló la multa millonaria que la Unión Europea le había impuesto en julio de este año por violar normas comunitarias contra el monopolio comercial. La sanción impuesta por la Comunidad alcanza la suma de 4.343 millones de dólares por obligar a usar ciertos programas en determinadas marcas de equipos junto con el sistema operativo Android. 

Existen, sin embargo, fabricantes que emplean máscaras sobre el Android, con otros browsers, cartografía y motores de búsqueda, diferentes de los cuestionados.

Son muy pocos los fabricantes que no utilizan el sistema operativo Android y las aplicaciones asociadas, como podría ser el Google Search y el navegador Chrome. Por ejemplo, Apple tiene su propio sistema operativo, el iOS, y sus programas distintos de los de Google.

La multa impuesta por Europa a la empresa norteamericana condena la práctica habitual de Google de instalar en forma compulsiva determinado software desarrollado por ella, y no solo un sistema operativo.

La fuente también dijo a EFE que pese a haber recurrido la decisión, la compañía no ha pedido ni pedirá medidas cautelares para que se suspenda la resolución europea, que también le obliga a poner fin a las prácticas monopólicas que conllevaron la sanción. 

Además de la abultada multa, la corporación deberá terminar con esa acción antes de noviembre, o en caso contrario, se expondrá a sanciones adicionales del 5 % de sus ingresos diarios por cada jornada que pase sin cumplir. 

Esta sanción nos trae a la memoria aquella multa de más de 2.800 millones de dólares que la Comunidad ya había impuesto a Google en junio de 2017 por abuso de dominio, dado que favorecía su servicio de comparación de compras en su motor de búsqueda.