La audiencia celebrada este jueves en el Ministerio de Trabajo de la Nación logró destrabar el conflicto suscitado en General Motors a partir de la decisión de la patronal de suspender la producción durante los últimos cinco días de fin de abril, ya que la suspensión será con goce de sueldo durante esos días.

“Estamos conformes porque se consiguió que en los días de suspensión los 573 trabajadores perciban el 80 por ciento del sueldo bruto, lo que significa que al bolsillo es el 100 por ciento, ya que no se abonarán los aportes”, detalló el secretario gremial de SMATA, Walter Cabrera en diálogo con Rosarioplus.com.

Consultado Cabrera por el modus operandi de la industria automotriz luego de los cinco días de suspensión, confirmó que “el lunes 7 de mayo continuará el trabajo normal, y los dos turnos producirán 15 autos por hora, tal como se venía realizando”.

De todas formas, los trabajadores de General Motors continúan en alerta, ya que debido a la baja en las ventas en Argentina y en Brasil, “estas suspensiones pueden volver a suceder”, y los números que se manejan en este sentido son de vender cinco mil autos menos en lo que resta de 2018.

En Smata valoraron el acuerdo ya que “los salarios no se deterioraron, la producción continúa, con el compromiso de que no haya despidos, y las proyecciones a futuro continúan siendo de producir dos modelos de vehículos nuevos para 2020 y 2023”.

Mal diagnóstico global

Sin embargo, desde Estados Unidos, la automotriz informó que sus utilidades han descendido un 60 por ciento. Un despacho de la agencia EFE indica este jueves que los beneficios netos de GM en el primer trimestre del año cayeron casi un 60 % para situarse en 1.046 millones de dólares debido a una reducción planificada de la producción y el aumento del gasto para lanzar nuevos modelos.

La compañía señaló que sus ingresos netos durante el periodo ascendieron a 36.100 millones de dólares, un 3,1 % más que en el mismo periodo de 2017 y que sus ganancias antes de intereses e impuestos sumaron 2.610 millones, una caída del 26,5 %.

Por unidades de negocio, GM Norteamérica tuvo unos beneficios de 2.233 millones de dólares, un 35,6 % menos que hace un año, mientras que GM Internacional ganó 189 millones, 12 millones de dólares más que en 2017.

El brazo financiero de la compañía, GM Financial, ganó 443 millones de dólares, un aumento del 94,3 %.

La presidenta y consejera delegada de GM, Mary Barra, señaló en un comunicado que "los resultados de este trimestre estuvieron en línea con nuestras expectativas por la reducción de la producción planificada en Norteamérica relacionada con la transición a los nuevos Chevrolet Silverado y GMC Sierra".