El consumo aparente de carne vacuna per cápita en el primer trimestre del año descendió 13,4% respecto al mismo período del año pasado, al caer por debajo de los 50 kilogramos habitante por año y se posiciona como uno de los más bajos de la historia, según informó la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra).

El consumo aparente de carne vacuna (cálculo en el que se toma la producción total y a la que se le resta la exportación) en el acumulado de los primeros tres meses se situó 49,6 kg/hab/año, uno de los trimestres con menor consumo desde 1996, según informaron desde Ciccra. Al margen de ese año, la última caída importante del consumo de carne vacuna fue en 2010 cuando se produjo una política de liquidación de vientres intensa.

Este valor está incluso muy por debajo de los 58 kilos que se llegaron a consumir en 2002, producto de la crisis económica desatada post devaluación de la moneda. En 1990 el consumo alcanzaba el récord de 78,23 kilos, así es que en los últimos 29 años los argentinos perdieron en el camino algo así como un kilo de carne vacuna al año. Vale aclarar que en los últimos años aumentó el consumo de pollo y cerdo.

En su reporte correspondiente a marzo sobre el mercado cárnico, la entidad resaltó también un crecimiento de las exportaciones del 35,8% en los primeros tres meses del año -2018 cerró con una mejora interanual del 78% en las exportaciones- y un nuevo aumento de la participación de las hembras en la faena.