Uruguay volvió hoy a recibir turistas extranjeros, tras 19 meses y 17 días de haber cerrado sus fronteras por la pandemia de Covid-19, medida que apunta a recuperar el sector turístico, uno de los más golpeados desde marzo del año pasado

“Vemos al 1 de noviembre como el día más especial desde que ingresamos al gobierno”, dijo al diario El País el subsecretario de Turismo, Remo Monzeglio, para quien la jornada “marca un cambio de rumbo” en materia turística.

Integrantes de las escuelas de danza del Servicio Oficial de Representaciones y Espectáculos (Sodre) recibieron con bailes típicos en el aeropuerto de Carrasco a los extranjeros que ingresaron al país en los primeros vuelos de la mañana.

Estuvieron en la estación aérea varios funcionarios de primera línea de Turismo para darle la bienvenida a los pasajeros de un vuelo de Iberia que llegó desde Madrid y otro de Latam que vino de San Pablo.

“La reapertura no es un tema sencillo y por eso desde el Ministerio de Turismo acompañamos al ministro (de Salud, Daniel) Salinas en ese llamado permanente a la vacunación para aquellos que aún no lo hicieron lo reconsideren”, explicó Monzeglio.

Ya el sábado el presidente Luis Lacalle Pou había insistido en que la reapertura de fronteras significa que más personas circularán por el país, pero que se trata de gente que viene vacunada y con el plazo de 14 días de inmunización cumplido.

“No debería cambiar el tema sanitario por la apertura de fronteras, pero sí lo que estamos esperando: que esta sea una temporada de recuperación turística”, sostuvo.

Para que Uruguay sea un destino “seguro” para los turistas, el Ejecutivo adquirió un total de 500.000 dosis de vacunas contra la Covid-19 que llegarán antes de fin de año y, en parte, estarán disponibles para los extranjeros que quieran protegerse con una tercera dosis.

También serán contemplados para la vacunación los menores que ingresen al país sin la inmunización.

Las autoridades sanitarias prevén que los extranjeros puedan agendarse para la vacunación una vez transcurridos cinco días desde su llegada.

La idea del Gobierno, según El País, es que exista una “convivencia” dentro del plan de vacunación entre uruguayos y extranjeros, aunque no existe una idea certera de cuántas personas podrán anotarse ni un número de ingresos esperado al país durante la primera semana de apertura.

“Paulatinamente se va a ir incrementando la cantidad de turistas, semana a semana”, sostuvo el subsecretario.

El funcionario evaluó que sí se prevé que llegue “un público de un nivel adquisitivo medio alto y alto que se quedará en estadías prolongadas”.

“La evolución de la situación epidemiológica en el país y la expansión de la inoculación en contra del virus a nivel regional y mundial permiten la flexibilización” de las prohibiciones de ingreso “para personas que hayan completado su esquema de vacunación o hayan cursado la enfermedad Covid-19”, señala la norma que habilitó las llegadas.

Además, explica que “en atención a la actual situación sanitaria”, se entiende que no resulta necesario que los extranjeros inmunizados contra el virus y los menores de edad que arriben al país cumplan con “las medidas de aislamiento social preventivo obligatorio”, es decir la cuarentena.

Los extranjeros no residentes deberán cumplir con medidas establecidas por decreto: usar barbijos a menos de dos metros de distancia con otras personas, disponer de cobertura de salud en Uruguay y realizarse un segundo test PCR a la semana de realizado el primero, necesario para ingresar al país.

La semana pasada, la Dirección Nacional de Aduanas (DNA) había asegurado que cuenta "con los recursos humanos y físicos" para cumplir los controles fronterizos ante la reapertura, luego que el sindicato del sector advirtiera que sería "imposible" hacerlo en las condiciones actuales.