El mercado laboral está en plena transición, y como toda transición implica crisis, pérdida de empleo y adaptaciones, y la clave para toda persona que comienza a estudiar o a trabajar será saber aggiornarse y elegir un empleo para ser parte del cambio que conllevarán la automatización y la inteligencia artificial.

El ingeniero en sistemas y emprendedor de e-commerce, videojuegos y aplicaciones móviles Martín Repetto contó a Rosarioplus.com que en un futuro no muy lejano las industrias y servicios tecnológicos dejarán de tomar empleados en relación de dependencia y tomarán especialistas autónomos, que no necesariamente trabajarán en una jornada horaria, sino cumpliendo objetivos, porque será su capacidad de resolver las necesidades y no su tiempo el valor principal que requerirán, y en muchas internacionales, como Google esto es ya una realidad.

Semejante hipótesis interpela el futuro de la estabilidad laboral, seguridad social y obligaciones del empleador para con sus empleados. Es decir, acaso esta clase de profecías propician una desregulación del mercado laboral, a pedir de boca de las empresas. 

“Yo trabajo en el mundo informático, donde ya está pasando por la globalización, y el recurso humano puede estar en cualquier parte del mundo, por lo que un empleado calificado detrás de una compu, sea rumano, chino o indio compite con un argentino aunque éste viva en la misma ciudad que su empleador”, ejemplificó Repetto.

Según asegura, las nuevas generaciones de adultos ya tienen esta concepción de freelancers, porque “muchos millenials quieren organizar por sí mismos sus tiempos, trabajar en su casa, y no tienen ni siquiera incorporada la tan temida estabilidad laboral para las generaciones más grandes”, dijo. 

Lamentablemente, este cambio va a generar que quienes se sepan adaptar con inteligencia se vayan “para arriba”, dejando a una mayoría desempleada, porque se trata como dice Repetto de “la cuarta Revolución Industrial, y en ese cambio el desempleo masivo es inevitable, el que sufriremos las generaciones laborales actuales, no nuestros hijos”.

Pero no todo está tan negro, porque de la mano con los cambios en la automatización “habrán nuevos trabajos que requerirán que la gente esté capacitada y preparada con las nuevas tecnologías, y lo que hay que saber es inglés y programación”.

Para clarificar el concepto, el emprendedor ejemplificó: “Cuando comenzó la revolución industrial, los empleados del barco a vela debieron aprender a trabajar a vapor, y luego de muchos años, se adaptaron al motor a combustión, es un cambio inexorable de la tecnología hacia la que avanza el mundo”.

En este sentido, algo similar ocurre ya en la planta de General Motors, donde hay unos mil empleados y ya se implementa mucha robótica: “En un futuro podrá funcionar quizás con 300 empleados y más tecnología, mientras que industrias nuevas que abren de cero como Tesla ya abren con la cantidad de empleados que requieren las nuevas necesidades. O sea que esta transición será difícil para los que ya existen para adaptarse, y será más ameno para los nuevos proyectos”.

Un ejemplo de oficios que ya se manejan de este modo son los diseñadores, los traductores y editores, que “trabajan para empresas de otros países, cobrando en dólar o en la moneda del empleador, y le conviene el tipo de cambio, a la vez que a su empleador le costará mas barato contratarlos a ellos que a los de su país y pagarle aportes y seguro social”, apuntó.

Ante esta brecha que pinta un panorama de “meritocracia”, recordó que Bill Gates planteó garantizar una renta básica universal, porque “de los siete mil millones de personas que hay, sólo un millón y un poco más vive en la clase media, y eso se agudiza más en cada época”.

Las claves de lo que viene según el Foro de Davos

Martín Repetto evocó algunas ideas que se debatieron en el Foro de Davos este año: “La educación tradicional está en jaque, porque tarda en aggiornarse a la nueva realidad: genera empleados, las relaciones de dependencia desaparecerán porque todo lo rutinario se va a automatizar, y los humanos sólo seguiremos haciendo aquello que los robots aún no saben hacer”.

De esta forma persistirán los oficios y profesiones bajo las siglas en inglés STEM+A: que se trata de ciencia, ingenierías en sistemas y electrónicas, tecnologías, matemáticas, y las artes, ya que el trabajo de los artistas es único e irreemplazable para una máquina, así como las ciencias sociales, por su subjetividad.

De esta forma se genera la brecha, faltará trabajo para millones de personas que son mano de obra no calificada, ya que se trata de automatizar con robots, y se requerirán estas nuevas habilidades.