Según un estudio de expertos estadounidenses, las principales apps graban la pantalla del móvil, registrando de este modo la actividad del aparato. Datos que luego podrían usarse con fines comerciales. 

Integrantes de la Universidad del Nordeste en Boston analizaron 17.000 aplicaciones populares durante un año con el objetivo de corroborar el mito urbano de que los teléfonos graban todo lo que decimos. El resultado: si bien desmienten que las apps graben la voz, sí registran lo que sucede en la pantalla. 

Entre las aplicaciones estudiadas figuran algunas muy conocidas, como Twitter; y otras no tanto, como GoPuff, un servicio de comida a domicilio establecido en Filadelfia. Según las indagaciones de los investigadores, alrededor de 8.000 son capaces de enviar información a Facebook y más de la mitad pedían permisos para usar la cámara y el micrófono del dispositivo, por lo que se especulaba con que podían espiar al usuario.

Sin embargo, gracias a un sistema automatizado y varios sistemas de grabación de comunicaciones, pudieron analizar todo tráfico generado y recibido por las apps, concluyendo que no grababan la voz nunca a los usuarios para compartirlo con terceros. Pero lo que sí hacen son grabaciones de vídeo y capturas de pantalla de lo que los usuarios hacen cuando la aplicación estaba abierta. Y esos pantallazos se compartían con terceros.