Que la mujer decida si quiere o no anestesia o la posición en la que va a parir, que no se le haga un enema ni sea rasurada, que no se aspire al bebé si es sano, son algunas de las 26 nuevas recomendaciones que la Organización Mundial de la Salud (OMS) difundió para establecer estándares y reducir intervenciones médicas innecesarias en el parto.

El objetivo es "reducir intervenciones médicas innecesarias", tras verificar que "en los últimos 20 años, los médicos han aumentado el uso de intervenciones que anteriormente sólo se utilizaban para evitar riesgos o tratar complicaciones, como la infusión de oxitocina para acelerar el parto o las cesáreas".

"Queremos que las mujeres den a luz en un ambiente seguro con parteras calificadas en instalaciones bien equipadas. Sin embargo, la creciente medicalización de los procesos normales de parto está socavando la capacidad de una mujer para dar a luz", indicó Princess Nothemba Simelela, Subdirectora General de la OMS para Familia, Mujeres, Niños y Adolescentes.

"Si el trabajo de parto progresa normalmente, y la mujer y su bebé están en buenas condiciones, no es necesario que reciban intervenciones adicionales para acelerarlo", añadió.

Entre las recomendaciones, la OMS incluyó tener un acompañante de elección durante el parto; garantizar una atención respetuosa y una buena comunicación entre las mujeres y los médicos; mantener la privacidad y la confidencialidad, así como permitir que tomen decisiones sobre el manejo del dolor, el trabajo y las posiciones de parto.

Para reducir las intervenciones médicas innecesarias, la OMS no recomendó para las mujeres cuyo trabajo de parto se desencadenó naturalmente, utilizar la variable de progresión de 1 cm por hora de dilatación como indicador de riesgo.

En este sentido, la guía enfatiza que "no es recomendable una intervención médica (ya sea oxitocina o cesárea) antes de los 5 cm de dilatación, "siempre que las condiciones de la madre y el bebé sean normales".

Tampoco recomienda la medición de la pelvis, la cardiotocografía (un método de evaluación fetal), la realización de un enema a la mujer ni el rasurado pélvico, la limpieza vaginal con clorhexidina, la rotura de bolsa artificial (amniotomía) o la aplicación de alguna droga para acortar el trabajo de parto. 

Desde que se completa la dilatación hasta que el bebé sale, el organismo recomienda que la mujer siga su propio impulso de empujar, y por el contrario, no sugiere el uso de la episeptomía (corte en la vagina), ni la presión manual del fondo uterino.

Las recomendaciones también contemplan aspectos del recién nacido, como no aspirar a los niños que respiran por sí solos y nacen en líquido amniótico claro, dejar al bebé en contacto con la piel de la madre al menos una hora para fomentar la lactancia y prevenir la hipotermia (a menos que el recién nacido tenga problemas de salud); luego, debe suministrársele a todos los recién nacidos un miligramo de vitamina K.

Según la OMS, "alrededor de 830 mujeres mueren a diario por complicaciones relacionadas con el embarazo o el parto en todo el mundo; la mayoría podría prevenirse con una atención de alta calidad durante el embarazo y el parto".

(Télam)