El hospital Roque Sáenz Peña, enclavado en la zona sur de Rosario, redujo notablemente la tasa de episiotomías por considerarlas una "mutilación genital": en 10 años logró bajar de 33 al 2,7 por ciento. Los datos se conocieron en el marco del Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina

Este logro de la maternidad del hospital público lo posiciona como el primero en Argentina con semejantes números. El "Roque" lleva un largo camino prestando especial atención al derecho de las mujeres y personas gestantes. 

Las episiotomías -incisión quirúrgica en la zona del perineo femenino, que comprende piel, plano muscular y mucosa vaginal- actualmente “no tienen justificaciones científicas, pero lamentablemente la realidad en Occidente dista de esa visión actualizada", aseguró el jefe de Cirugía Toco Ginecológica del hospital Roque Sáenz Peña, Enrique Mesa.

El jefe de Atención Integral de la Mujer del hospital, Gustavo Baccifava, aseguró que en ese lugar se realizan anualmente un promedio de 2000 partos y "hace diez años teníamos una tasa del 33% de episiotomías, y hoy esa tasa alcanza al 2,7%".

"Si tenemos en cuenta que la Organización Mundial de la Salud -OMS- aconseja lograr al menos una tasa del 10%, el 2,7 alcanzado en nuestra maternidad nos posiciona ante el mundo como el primero en Argentina en haberlo logrado", apuntó el médico ginecólogo.

En tanto, en la Maternidad Martín, otro centro de salud pública municipal, según datos proporcionados por el jefe del Servicio, Edgardo Abalos, las tasas de la práctica de episiotomías se "viene reduciendo año a año" también.

"En 2019 en esta maternidad se han atendido un total de 3.156 partos y solo un 18% de las parturientas fueron sometidas a una episiotomía, y nuestra idea por protocolo es reducir esa tasa en cada parto", aseguró el jefe médico.

Poner en duda la premisa de una práctica contra el desgarro

Para Mesa, "la episiotomía es considerada hoy en día una mutilación que viola los derechos humanos. Antes se realizaban porque suponían que facilitaban el parto. Hay que entender y atender la salud de la mujer en forma integral. Hay que desterrar las prácticas violentas y la episiotomía es una de ellas", analizó.

Remarcó que "tiene que quedar en claro que no hay evidencias científicas de que no practicarla lentifique ningún proceso de nacimiento, ni tampoco hay evidencia científica de que realizarla facilite los procesos".

Aclaró que "tampoco" sirve para evitar "desgarros". "Hoy sabemos que la episiotomía agrava la posibilidad de los desgarros", dijo, y consideró, "que en casos extremos el médico deberá evaluar hacer una cesárea pero nunca una episiotomía".

Consultado sobre las consecuencias, dijo "que son múltiples y dolorosas tanto físicas como psíquicas" y las calificó como "una tragedia".

"Una de las definiciones de la mutilación son todas las prácticas quirúrgicas que se hacen sobre los genitales de la mujer sin una justificación médica. Si entendemos hoy que la episiotomía no tiene una justificación médica entonces estamos hablando de una mutilación", explicó.

Al marcar la relación entre la mutilación de genitales femeninos que se practican en otros países por cuestiones religiosas, sociales y culturales, el médico fue contundente: "La episiotomía es una mutilación limpia: la de los médicos es la de la salud, y es imperdonable".

En esa línea, el ginecólogo rosarino se quejó de sus pares que siguen usando esa "vieja práctica", y consideró, "que los médicos deben formarse correctamente porque hace 20 años que la ciencia viene hablando del tema".