Desde el inicio de la pandemia las clases han sido una de las grandes preocupaciones tanto para la población como los dirigentes. Después de un año de virtualidad, y muchos reclamos de la oposición, finalmente el ciclo lectivo 2021 comenzó en Santa Fe con modalidad presencial y con los protocolos correspondientes. Sin embargo, en el medio de la segunda ola y con jornadas récords de casos en el país todos los días, las aulas vuelven a transformarse en un tema de discusión. 

El objetivo de la Provincia es mantenerlas el mayor tiempo posible, mientras tanto muchos aseguran que las escuelas son uno de los lugares mayor contagio y que tanto alumnos como docentes corren riesgo al no estar brindadas las condiciones óptimas en todas las instituciones. 

El gremio docente Amsafe Rosario realizó un relevamiento, a través de sus delegados, en 192 escuelas de la ciudad y la región. El informe arrojó que el 32,8% presentaron al menos un caso de Covid-19 en su comunidad, la mayoría de ellos en docentes.

Por otra parte, el 39,1% de los establecimientos tienen burbujas aisladas, detalla el reporte que recogió datos de la primera semana del mes de abril.

Además, de las personas que registraron síntomas compatibles con covid-19 positivo en instituciones educativas, el 60,7% son docentes, el 20,2% alumnos y el resto asistentes y directivos.

Desde Amsafe resaltaron el salto que realizaron las cifras desde el último informe, en los últimos días de marzo. Los alumnos, docentes, asistentes y directivos con covid-19 pasaron de representar 22,3% al 32,8%.

Pese a los reclamos de los gremios docentes y la discusión en puerta, el presidente de la Nación dispuso la suspensión de las clases presenciales solamente en el AMBA. En tanto dejó a las provincias la potestad de decidir en cada región, y el gobierno de Perotti se mantiene en el esquema actual.