“No somos lo que piensan”, es un libro escrito por jóvenes privados de su libertad de las unidades 3 y 6, que reflexiona en primera persona sobre la educación y las prácticas sociales que rodean a la enseñanza. Este miércoles se presenta a las 18 hs en la Biblioteca Argentina “Dr Juan Alvarez”, pasaje Dr. Alvarez 550, en la sala Angélica Gorodischer del 4 piso.

El libro constituye un espacio de encuentro e intercambio de experiencias educativas que buscan contribuir a la formación desde un pensamiento critico y reflexivo. 

La iniciativa parte de la asociación civil Alfabetización Santa Fe -organización de la ciudad que brinda alfabetización en barrios y cárceles- en articulación con el programa universitario de “Alfabetización y Acceso a la Justicia” en el que trabajaron docentes y estudiantes de cuatro facultades de la Universidad Nacional de Rosario (Facultad de Psicología, de Derecho, de Humanidades y Artes, y de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales). Además, fue declarada de interés por el senado de la provincia.

La actividad comenzará con la presentación de los invitados, luego se dará un tiempo de intercambio y preguntas con los asistentes. Para luego dar lugar a un cierre acorde a la temática en el que el grupo de musica “Perros de la calle”, compuesto por liberados, tocará algunos de sus temas. 

En diálogo con Rosarioplus.com Guillermo Cabruja, coordinador del espacio Alfabetización Rosario, contó los pormenores del proyecto, la construcción del libro, y las reflexiones que se despliegan de su lectura. 

— ¿Qué es Alfabetización Santa Fe?

— Guillermo Cabruja: Alfabetización Santa Fe es una organización en la que nos dedicamos a enseñar a leer y a escribir a adultos. A personas mayores de 14 años, en situación de encierro y en barrios populares. Lo hacemos entendiéndolo como una restitución de un derecho, derecho humano, como un acto de justicia. No puede haber una persona que no sepa leer y escribir, porque la educación es la base de muchos otros derechos a los cuales luego esa persona no accede, justamente por no saber leer y escribir.

— ¿Cómo fue que se acercaron a alfabetizar a las cárceles?

— GC: Hace más de 10 años tuvimos la inquietud de de ir a los lugares donde existían importantes desigualdades, así llegamos a las cárceles. No conocíamos las cárceles pero sabíamos que que había personas queprovenían de los barrios populares en donde nosotros ya estábamos trabajando. Lo primero que vimos eran jóvenes rosarinos la mayoría de ellos que provenían de situaciones de pobreza, de carencias, de desigualdades y encontramos que muchos, muchos, muchísimos jóvenes no sabían leer y escribir. El primer relevamiento que hicimos nos dio que más del 30 por ciento de la población carcelaria era analfabeta.

— ¿Cómo nació la idea de plasmar las experiencias ahí vividas en un libro que sea también una herramienta para pensar la práctica pedagógica?

— GC: Los talleres de alfabetización en las cárceles, al menos como nosotros los abordamos, son talleres de encuentro, de diálogo, de compartir, de intercambiar saberes, experiencias, la vida. Entonces, no es que llegamos y le decimos, bueno chicos, hoy vamos a ver tal contenido, sino que lo que hacemos es conocernos, conocer las expectativas, la historia, la vida, las identidades de los otros en las cárceles.La idea surge del mismo taller, por parte de Brian y Laura, que a partir de experiencias similares se animaron a encarar una publicación. Había material ya producido, solo fue necesario acomodarlo y poder darle a esos textos sueltos, un cuerpo. Bajo esta iniciativa en el año 2015 se escribió un libro que se llama Entre mandarinas y tumbas, luego se hicieron algunas publicaciones aisladas, y ahora estamos publicando el material de los talleres llevados adelante en las unidades tres y seis. Hay escritos y también ilustraciones realizadas por ellos y se reúnen 61 autores que son quienes decidieron sumarsea la publicación. 

—  ¿Que va a pasar este miércoles?

— GC: Lo que se va a presentar el miércoles en la Biblioteca Argentina es el producto del trabajo de un año de jóvenes en situación de encierro de las unidades 3 y 6. Lo que vamos a presentar es una experiencia, una construcción socioeducativa, inclusiva, de relación de iguales plasmada en un libro. Ahí hay mucha dedicación, mucho tiempo, mucho amor puesto en esa producción, algo que a nosotros nos da mucho orgullo. Pero principalemnte a los protaginistas de este proceso que son los alfabetizados: ahí están ellos narrando su experiencia, contando, y diciendo, aquí estamos, esto somos. Narrándose ellos en lugar de ser contados. Haber logrado eso como organización es un gran orgullo, porque ellos decidieron comunicarlo y abrirse a nuestro espacio desde el aprecio. Nadie comunica a alguien que no quiere. Entonces, es una construcción colectiva con 61 autores privados de su libertad.