Una encuesta a 300 adolescentes de los barrios de la ciudad evidenció que la mayoría quiere continuar sus estudios, pero la situación económica y la falta de conectividad sumaron a la deserción. El Estado, además, no los fue a buscar. Más del 70 por ciento de las juventudes que asistieron a la escuela durante la pandemia tuvieron problemas con la modalidad virtual. Y el 26 por ciento de quienes interrumpieron el cursado fue a causa de la falta de conectividad, y luego por asuntos económicos.

El informe, realizado a partir de una encuesta del Centro de Estudios Nexo Rosario, lanzó una interesante variedad de resultados sobre el impacto de la pandemia en la educación de las personas jóvenes en los barrios populares de Rosario. El relevamiento se realizó en personas de entre 14 y 20 años, de los seis distritos de la ciudad y fue llevado a cabo en conjunto con referentes de las organizaciones sociales que articulan en el territorio.

En un marco de incertidumbre en el encierro de la pandemia, miedos y broncas, los adolescentes navegaron por nuevas formas de relacionarse, se enfrentaron a la ruptura de los esperados rituales de iniciación, cierres de cursado y de ciclos, cumpleaños, que impactaron en el plano emocional. Así, y a partir de dicha encuesta, solamente el 65% de los adolescentes asistió a la escuela en los últimos tres años. De este número, un 72% tuvo problemas para hacerlo por la modalidad virtual. Entre las dificultades citadas por este grupo, más del 40% manifestó que se encontró con dificultades en la conexión a internet, el 20% con dificultades para comprender las consignas de trabajo y el 10% con dificultades en el manejo de las plataformas. Sólo el 25% declaró transitar la virtualidad sin problemas.    

La pandemia profundizó las desigualdades de las juventudes tanto en el acceso y permanencia de la escolaridad como en el egreso de la secundaria en los seis distritos barriales de Rosario. En este sentido, el informe deja en evidencia que de las juventudes encuestadas que no asistieron a la escuela durante el 2020 y el 2021 el 41% interrumpieron su escolaridad en el periodo de la pandemia.

El informe, realizado a principios de 2022, sobre una población de 300 personas, indaga también en las posibles causas de interrupción o dificultad en las trayectorias escolares durante 2020 y 2021. De allí se desprende que, además del 26% que declara como motivos de dejar de asistir a la escuela dificultades en sostener la propuesta en la virtualidad, el 19% dice haber dejado por problemas económicos, el 18% por desinterés, el 7%  por cuidados de familiares y el 5% por maternidad o paternidad (el 87,5% son mujeres).

Además, permite visualizar que durante 2020, cuando se propuso el cursado virtual, la asistencia se manifestó mayoritariamente en forma parcial. Y en 2021 cuando se retomó la presencialidad, se observó una mayor asistencia sostenida a lo largo del año. Esto evidenció entonces que la virtualidad generó desigualdades en la permanencia escolar y dificultades en la continuidad, aunque también en la encuesta se consultó a los jóvenes que si tuvieran acceso a la conectividad en sus viviendas cursarían online, expresaron positivamente en un 80 por ciento.

La otrora secretaria de Desarrollo Social y miembro de Nexo Rosario, Laura Capilla, es una de las personas que comandó esta encuesta, y respondió algunas consultas de Rosarioplus.com para indagar sobre el asunto.

Rosarioplus: -Es interesante como indagaron en los motivos de la deserción. Si los jóvenes hubiesen tenido recursos mejores para la conectividad, quizás muchos de ellos no hubieran desistido.

-Es así tal cual. La pandemia marcó una desigualdad en todos los planos pero en la educación en particular porque complejiza el transito escolar de las y los jóvenes. Un 26 por ciento interrumpió su escolaridad por problemas con la virtualidad, y en ese marco consideramos que si el Gobierno Provincial hubiese acompañado, y tuviésemos una sociedad mas igualitaria en el acceso a las herramientas que permite la virtualidad, ellos hubiesen continuado estudiando. Por eso vemos que en adelante hay mucho para hacer, pensar una política educativa que empiece a contemplar los recursos virtuales.

RP: -El espíritu de lo que se puede apreciar en los resultados de la encuesta podría ser que los adolescentes en los barrios quieren continuar sus estudios, pero entre la situación económica y los problemas de conectividad de la pandemia sumaron a la deserción ¿Pensás que luego el Estado no los fue a buscar?

-Nos sorprendió que el 93 por ciento, que fue el más alto de las respuestas, dice que para ellos la escuela es un lugar importante. Entonces pensamos que esa es la institución que el Estado debe acompañar, porque sigue siendo el lugar que los chicos eligen. Otra cosa interesante fue que un porcentaje muy alto (un 85 por ciento) planteó que de poder elegir prefiere cursar presencialmente en la casa. Y para esto deben tener accesos. El Estado tiene obligación de darles ese espacio educativo, porque el secundario sigue siendo obligatorio. Consideramos clave el plan Vuelvo a estudiar y los dispositivos aptos para las juventudes. 

Desde Nexo estudiamos políticas públicas locales, no de la provincia, es un proyecto para la ciudad y pensamos que el Municipio así como la sociedad civil tiene aún mucho por trabajar. La propuesta es construir una red que acompañe a los jóvenes que interrumpen para que vuelvan a la escolaridad. Pensamos crear alertas tempranos con esa red para acompañar a los jóvenes.

En los resultados obtuvimos que un 18 por ciento no va a la escuela y sí trabaja y un 17 por ciento no hace ninguna de las dos. Hicimos un cruce sobre el nivel educativo de sus jefes de hogar, y vimos que un 80 por ciento no había terminado su secundario. Vemos una línea en común con sus padres, y es un alerta.

La diferencia entre mujeres y varones

En las causas de la interrupción escolar queda en evidencia cómo los estereotipos de género marcan el tránsito por la misma. Por un lado, quienes plantean como motivo de descontinuar la asistencia a la escuela por cuidados familiares y paternidad/maternidad son mayoritariamente mujeres. Por otro lado, quienes discontinúan sus trayectorias escolares por problemas económicos y desinterés son mayoritariamente varones.

RP: -La mayoría de los que desertan, si son por desinterés o economía, han sido varones, ¿no? ¿Qué análisis haces al respecto?

- Es interesante porque la mayoría interrumpe sus estudios -no le llamamos deserción porque pueden volver en algún momento- por temas económicos y luego aparece el desinterés. Si hacemos un cruce entre por qué interrumpieron y su género, detectamos cómo los estereotipos de género van marcando el tránsito de las juventudes por la vida escolar. Es significativo que quienes interrumpen la escuela por cuidado de familias o hijos son mujeres y que quienes desisten por asuntos económicos son varones.

Sirve para pensar a futuro las propuestas para acompañar a las mujeres y a los varones en estrategias diferentes, romper con los estereotipos y que tengan igualdad en el tránsito por la escuela.