Las postales se repiten cada fin de año. Sobre todo en los últimos, por un cuello de botella que genera nervios, desesperación y mucha incertidumbre. Las inscripciones al ciclo lectivo 2017 tienen a maltraer a muchos padres rosarinos que buscan un banco para sus hijos, tanto en primario como secundario. Si bien el problema es generalizado, los mayores problemas aparecen en las escuelas "históricas" del macrocentro, un grupo de 20 establecimientos (públicos y privados) que acaparan una altísima demanda. 

Semanas atrás, la ONG Sinergia Ciudadana demostró a través de un relevamiento en 150 escuelas que no es nada sencillo encontrar una vacante en una sala de cuatro años, obligatoria desde el ciclo lectivo 2015. Según este trabajo, la mayoría de los colegios este año no abrió la inscripción o sólo anotó niños en listas de espera. En el estudio se especifica que el 95% de las instituciones privadas no tiene cupos para el año que viene.

"Los padres padecen una verdadera odisea para conseguir un cupo disponible", explicó Damián García, presidente de la organización, quien habló de un "colapso" en las escuelas públicas del centro y de "muchas dificultades" en todos los recintos privados de la ciudad.

Rosarioplus.com dialogó con los principales referentes de Amsafé y Sadop para conocer el cuadro de situación del nivel primario y secundario ante la lluvia de reclamos por la falta de vacantes en los establecimientos educativos del centro, una zona de la ciudad que aumentó su población en los últimos 15 años producto de la concentración de ladrillos, un promedio de construcción de 40 unidades nuevas por manzana.

Según la última estimación del municipio a partir del censo de 2010, el distrito centro tiene una densidad poblacional de 11.904 habitantes por kilómetro cuadrado, casi el doble que el distrito sur y cuatro veces más que el norte y el oeste. El radio comprendido por el río Paraná, avenida Francia y avenida Pellegrini cuenta con 37 establecimientos educativos en el nivel primario (16 públicos y 21 privados) y 56 en el secundarios (26 y 31).

Para Gustavo Terés, secretario general de Amsafé Rosario, las mayores dificultades en el ámbito público con los cupos se dan con las escuelas céntricas "históricas" o de "renombre", aquellas que "en el imaginario colectivo tiene una excelencia de calidad inigualable". "Hay una preferencia común en muchos padres, la mayoría apuntan a las mismas escuelas. El cuello de botella entonces es cada vez más grande", explica el dirigente gremial. 

En el listado aparecen el Normal 1 (Corrientes 1191), Normal 2 (Córdoba 2084), Escuela Juan Arzeno (Ovidio Lagos 1064), Escuela Francisco de Gurruchaga (Salta 3429), Escuela General Manuel Belgrano (Jujuy 1963), Escuela Sarmiento (Buenos Aires 975) y la Escuela Leandro. N Alem (ITALIA 1244). La alta demanda alcanza, por ejemplo, a la Escuela Juan Enrique Pestalozzi (Mendoza 3969), ubicada en un segundo anillo céntrico. 

El decreto 04340/1990 establece seis orden de prioridades que deben tener en cuenta los directores al momento de la inscripción: 1) Alumnos que ya concurren al establecimiento; 2) Niños que tengan hermanos alumnos en el establecimiento y pertenezcan a su radio escolar; 3) Niños que sean hijos de algún miembro del personal escolar; 4) Niños que pertenezcan al radio escolar; 5) Niños que tengan hermanos alumnos del establecimiento y no pertenezcan alradio escolar; y 6) Niños que no pertenezcan al radio escolar.

Según pudo averiguar Rosarioplus.com, en las instituciones antes mencionadas los cupos se llenan en un 70% con los primeros tres criterios de selección. El 30% restante se define por sorteos entre todos los otros inscriptos. Pocos entran, muchos quedan afuera. 

"Hay un déficit estructural de cargos y de edificios que es evidente. Pero también es cierto que hay escuelas en el centro que son menos solicitadas y que por lo general tienen cupos. La conclusión sería que hoy el Estado garantiza un banco, no el de preferencia de muchos padres", subraya Terés.  

Colegios privados, misma realidad

En las próximas semanas se definirán las inscripciones definitivas de las instituciones privadas a partir de las pre-selecciones de julio, que desde hace unos años se realizan para tener una "primera noción" de la demanda. Pese a que los cupos se definen por sorteo, muchos padres se agolparon en determinados colegios céntricos en el afán de asegurarse una vacante. 

"Algunas colas fueron enormes. El tema cupos es problema recurrente", detalla Martín Lucero, titular de Sadop, quien traza un escenario similar al de su colega Terés: no es fácil conseguir una vacante en el centro y mucho menos en aquellos establecimientos con mucha "trayectoria" educativa. 

Las complicaciones, por ejemplo, aparecen en El Huerto, La Salle, San José, Sagrado Corazón, Dante Alighieri, Centro Educativo Latinoamericano y Maristas, entre otros. Hay padres que realizan cinco o seis pre-inscripciones para asegurarse algún banco.

El supervisor general de Enseñanza Privada del ministerio de Educación, Fernando Acosta, sostiene que el embudo se produce cuando "los padres quieren lograr el ingreso al establecimiento que prefieren para su hijo" y niega un "colapso generalizado". "Esto no significa que el sistema educativo no tenga lugar para todos los chicos, sino que ciertos colegios son más buscados que otros", explica el funcionario.