Después de dos años -2020 y 2021- de realizarla de manera virtual debido a la pandemia de coronavirus, miles de alumnos de cuarto grado de distintas escuelas del país cumplieron este martes en un emotivo y colorido acto la tradicional promesa de lealtad a la bandera en el Monumento Nacional a la Bandera. 

La actividad tuvo lugar en el patio cívico del Monumento Nacional a la Bandera y fueron más de 5 mil los niños de entre 9 y 10 años que respondieron "Sí, prometo" a la pregunta de jura. En tanto, la ceremonia que se realiza todos los años como prólogo al día de la Bandera continuará hasta completar los 25 mil estudiantes.

¿Pero por qué se promete lealtad a la Bandera?

Según explica el historiador y vexilólogo Miguel Carrillo Bascary, para entender este acontecimiento hay que retrotraerse muchos años en el tiempo. “Nos obliga a remontarnos a la costumbre de juramento de fidelidad de los monarcas; quienes se incorporaban al ejército tenían que hacer un juramento de lealtad al rey”, detalla. 

Con el paso del tiempo “se empezó a considerar la posibilidad de que los chicos de escuelas primarias debían también prestar fidelidad al Estado que había reemplazado al rey, a las máximas autoridades de la Nación”, indica el historiador y agrega que, en consecuencia y tomando como ejemplo una costumbre de los Estados Unidos, que llegó al país de la mano de las maestras norteamericanas convocadas por Domingo Faustino Sarmiento, “se introdujo a finales del Siglo XIX esta costumbre dentro de los rituales cívicos de las escuelas oficiales y luego de las escuelas privadas también”. 

La costumbre y la tradición indican que la promesa se realiza en el cuarto año de la escuela primaria, algo que responde a una lógica de aquella época. “Los chicos de aquel entonces por lo general era el último año que solían cursar; corresponde más o menos a los diez años de edad, ya en quinto había algunos que habían dejado el colegio porque iban a trabajar”, remarca Bascary. 

Otra duda frecuente es si se trata de una promesa o una jura. Ante esto, el investigador responde: “La ceremonia de los chicos se tomó sobre una fórmula de juramento, pero después se interpretó que al ser menores de edad el juramento era una decisión de mucha importancia sobre todo para algunas perspectivas religiosas y se transformó en promesa”.