Sí, la mala comunicación argentina. Pero no en lo que se refiere al hablar, sino a las herramientas para conseguir charlar con alguien en otro lugar. Eso explicó Jan Koum, co-fundador de WhatsApp, en una charla en la Universidad de Stanford.

Al parecer, el hombre tuvo muchas complicaciones para comprender los códigos de marcación argentinos, y eso impidió que pudiera estar en contacto en todo momento con sus amigos.

"En 2008 empecé a viajar, fui a Argentina, a Rusia, a Ucrania, a Hungría, a Israel, un montón de países, estuve yendo y viniendo por dos o tres meses, y lo que realmente me costaba durante ese período fue mantenerme en contacto con mis amigos", explicó Koum.

"Especialmente en Argentina, no sé si alguien acá es de Argentina... Ahí está, una persona... ¿qué pasa con sus códigos de marcación? ¡Es tan complicado! Nunca pude entenderlo", agregó.

"Mientras estaba en Argentina lograr que la gente me llame o llamar a la gente era muy difícil, conseguí una tarjeta SIM pero no logré entender cómo hacer para que me llamen por los códigos de marcación y los prefijos tan complicados y yo estaba como ¡argh!", completó, sobre su paso por estas pampas.

Koum, de 41 años, vendió su aplicación a Facebook en febrero de 2014, por la friolera de 19 mil millones de dólares. Nació en Kiev, Ucrania (entonces parte de la Unión soviética), y se mudó con su madre y su abuela a Mountain View, California en 1992, a los 16 años, gracias a un programa de ayuda social. A los 18 años se interesó en la programación, y se inscribió en la Universidad Estatal de San José.

En enero de 2009 compró un iPhone y al ver el potencial que tenían las aplicaciones decidió crear una. Desde entonces, WhatsApp creció hasta tener hoy en día 1.000 millones de usuarios en todo el mundo.