Instagram, Twitter y Facebook son las redes sociales más populares en todo el mundo. Con ganancias que ascienden minuto a minuto y usuarios que crecen en oleadas día tras día, este poderoso trío se volvió indispensable a la hora de comunicarnos virtualmente. Sin embargo, existen algunas reglas tácitas que hay que tener en cuenta para su uso.

Twitter

  1. Devolver el “follow”. No es obligatorio comenzar a "seguir" a todas aquellas cuentas que lo hacen con nosotros. Sin embargo, devolver las gentilezas puede representar una especie de agradecimiento virtual. Más aún si conocemos a ese usuario en la vida terrenal. En este sentido, es importante incluir en la “bio” información real y no abusar de frases con lugares comunes que no dicen tanto sobre nosotros.
  2. Balancear entre RT y MG. En el último tiempo, Twitter fue cambiando la valorización de estas herramientas interactivas. En un principio, los Me Gusta pasaban más desapercibidos y no tenían tanta fuerza como el RT. Sin embargo, ahora la red social advierte los MG de los demás, desplazando un poco al RT y poniéndolo en un lugar supremo. Por lo cual, equilibrar ambas seria lo ideal.
  3. Aprovechar los “hilos”. La red social del pajarito está diseñada especialmente para mensajes contundentes que no superen los 240 caracteres. Sin embargo, en el último tiempo incorporó la función del hilo, lo que posibilita extendernos en la escritura a través de historias fragmentadas. Entonces, emprender un relato de esta manera es una forma de enriquecer nuestros vínculos virtuales, siempre y cuando sea para informar sobre algún tema del momento.

Instagram

  1. Prestar atención a la calidad de las fotos. Así como Twitter está diseñada para publicar texto, Instagram es la red social de las imágenes por excelencia. Por lo tanto, resulta fundamental que además de comunicar mediante fotos, estas sean de buena calidad y atractivas para nuestros seguidores. De lo contrario, se corre el riesgo de perder interés en los demás o aburrir, y es todo lo que en Instagram no debe suceder.
  2. No abusar de las historias. Las historias de Instagram son una herramienta con apenas un año de vida, por lo que puede ser que muchos usuarios aún no entiendan cómo hacer para sacar jugo de ellas. Por esto, más de 2 o 3 publicaciones en un periodo corto de tiempo puede resultar cansador y el riesgo de que nuestras historias terminan siendo ocultadas aumenta considerablemente. 
  3. Evitar la monotonía. Como en toda red social, el mayor atractivo lo otorga la creatividad que le pongamos a nuestras publicaciones. Por esto, no resulta beneficioso para nuestras cuentas personales publicar imágenes que refieran siempre a la misma temática. Ya sea que se trate de perros, bebés o un club de fútbol, lo ideal es abrir el abanico y aprovecharlo para jugar. Sin embargo, también resulta atractivo poder generar una marca propia a través de imágenes con la misma temática aunque lo ideal seria no caer en la simple repetición. 

Facebook

  1. Aprovechar “Dejar de seguir”. Facebook es una red social que reúne a varias generaciones, por lo que los conflictos (sobre todo entre adultos) son bastante frecuentes. Es que la lista de “amigos” de cada uno incluye tanto a amigos como a familiares y no con todos se comparten los mismos pensamientos sobre determinado tema. Como solución a esto, Facebook creó la función de “Dejar de seguir” a alguien, que posibilita ocultar sus publicaciones evitando así que lo eliminemos de manera definitiva y que el lazo terrenal perdure.
  2. Evitar el drama. Es muy común caer en la tentación de publicar cuestiones de la vida privada en el muro de Facebook, de las cuales a veces podemos llegar a arrepentirnos (después de que lo hayan leído 50 personas). Además, es frecuente encontrarnos con posteos de usuarios amenazando con abandonar la red social o criticándola, lo cual no solo que no es atractivo sino que hasta resulta paradójico.
  3. Divorciarlo de Twitter e Instagram. Al tratarse de una red social que conjuga aspectos de las otras dos, a veces puede generar confusiones sobre su uso. En cualquiera de las tres, lo interesante es poder generar contenido propio con las herramientas ofrecidas por cada una. Es decir que replicar las publicaciones que hacemos en Twitter o Instagram en Facebook le quita valor y atractivo.