Smartphones ecológicos que duren más que los tradicionales, y que además estén fabricados con conciencia medioambiental. Esa es la moda emergente en la tecnología y entre los usuarios, que buscan alternativas que les satisfagan en todos los sentidos.

Según un informe de Juniper Research, se calcula que en 2017 se venderán casi 400 millones de smartphones y dispositivos ecológicos en todo el mundo, casi un 30% de todos los teléfonos inteligentes que se vendieron el año pasado a nivel global.

Además de las razones verdes, se impone también la justificación económica. Es que fabricar estos dispositivos ecológicos no es sólo un ahorro para la naturaleza en cuestiones de daño medioambiental, sino también para el bolsillo: el precio de los terminales es mucho más bajo que el de los tradicionales.

Y a eso hay que sumar el alargue de la vida útil del aparato, que gracias a los materiales utilizados, es bastante mayor que la de los smartphones clásicos. Así, entre las tendencias relacionadas con tecnología sostenible destacan los celulares solares, los teléfonos modulares (fabricados con piezas independientes de modo que se puedan sustituir en caso de que alguna falle y alargar así la vida útil del dispositivo) y el uso de materiales reciclados.

Samsung ya se apuntó a esta nueva moda y en conjunto con el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) tiene un proyecto para crear una batería infinita que aumente el rendimiento del terminal y que además elimine el riesgo de incendio o explosión del aparato.

Pero la tecnología verde no se enfoca sólo en los celus, y ya existen multitud de opciones sostenibles en otros dispositivos electrónicos, como electrodomésticos ecológicos, baterías solares o vehículos no contaminantes.