En 2008, la cantidad de dispositivos conectados a Internet superó al número de seres humanos en el planeta. El avance de las redes sociales, con Facebook a la cabeza, dejó luego en el camino a gigantes como Yahoo. En los últimos meses, las llamadas por WhatsApp remplazaron al teléfono celular, que ya había desplazado antes al fijo. ¿Qué se viene en este complejo y fascinante panorama de Internet? Dos especialistas se animaron a pensar cómo será el futuro cercano en el mundo y en el país.

El investigador y analista de mercado de las telecomunicaciones, Enrique Carrier, y el emprendedor tecnológico rosarino, Juan Pablo Manson, fueron convocados a una mesa de diálogo convocada por la empresa Cablevisión Fibertel. Con algunas diferencias en sus pronósticos, ambos sin embargo coincidieron en la certeza de que el camino de las telecomunicaciones se orientará hacia la convergencia entre telefonos móviles y fijos, cables, todo a través de un Wifi más potente, lo que requerirá mucha inversión y antenas.

Otra conclusión compartida fue que el futuro se viene hiperconectado, a través del Internet de las Cosas. En pocos años, todo estará vinculado: hogares, gobiernos, industrias, salud, tránsito y empresas. Habrá una estandarización de dispositivos y llegará 5G de Internet.

Este camino ya comenzó. En los últimos años se comenzó a registrar una convergencia de telefonía, televisión e internet. La prueba está en que “el 60 por ciento del tráfico de Fibertel es de videos a través de Youtube y Netflix”, según aportó el gerente de Cablevisión, Marcelo Buriano.

El uso de Internet en el país

El analista de mercado de las telecomunicaciones Enrique Carrier detalló cómo se utilizó y utiliza Internet en Argentina: “En 2008, todo giraba alrededor de una PC en la casa y muchos usuarios. Luego en 2010 llegaron los smartphones, y con ellos los nuevos accesos a través de las tablets y smart tvs. Hoy, tres cuartas partes de los accesos a Internet son desde los móviles”, resumió.

Según sus estudios, cuatro de cada cinco usuarios de Internet consumen videos online, y la PC sigue siendo un lugar donde se conectan los usuarios para ver los videos, gracias a su capacidad de procesadores y la calidad en que se ven los videos.

Carrier hizo una radiografía el uso de las redes sociales en Argentina. “Un 98 por ciento de los usuarios utiliza Facebook, un 70 por ciento usa grupos de Whatsapp, 46 por ciento se informa a traves de Twitter, 39 por ciento sube sus fotos a Instagram y las comparte con filtro, y por último un 6 por ciento, sobre todo adolescentes, usa Snaspchat y Tinder con un 7 por ciento”, precisó.

La función actual que cumple Facebook es similar a la que cumplía Yahoo hace 20 años, asegura Carrier, ya que “es la plataforma que elige la mayoría para nagevar desde allí hacia otros contenidos”. Del total de usuarios de Facebook, más de la mitad de argentinos ya consume otra red social también. Mientras que Facebook es la red social elegida por los adultos, Instagram y Whatsapp son las elegidas por los jóvenes millenials (generación nacida entre 1984 y 2000).

Por otra parte, Carrier sostuvo que el Whatsapp está remplazando, mal que le pese a las empresas telefónicas, al servicio de teléfono fijo: “Pasó de ser una simple red social a ser un servicio. Un 55 por ciento de sus usuarios graba mensajes de voz (en remplazo del contestador) y un 40 por ciento hace llamadas online desde allí”. Y en este camino, se evidencia el abandono del teléfono fijo, ya que aseguró que “más de la mitad de los usuarios jóvenes decidió no tener teléfono fijo en sus hogares".

En un futuro no muy lejano, el especialista en telecomunicaciones asegura que se viene el acceso a la red como un servicio público y accesible, con el celular como protagonista, aunque “claro que será costoso, al igual que un servicio básico como la luz o el agua. No es gratuito en ningún país del mundo”.

La convergencia en una red única (red multidispositivo) entre teléfonos móviles y fijos, cables, todo a través de Wifi, es lo que se viene. Esto se evidencia cada vez que alguien llega a la casa de un amigo o familiar, o a un espacio público, ya que lo primero que pregunta es la clave de Wifi. “Necesitamos estar siempre conectados, y las tecnologías están llevando a que todos los servicios de comunicación sean desde Internet”, aseguró.

Claro que para que la convergencia se produzca, es necesario que empresas y gobiernos inviertan constantemente en la adaptación de los soportes y en antenas, ya que “la capacidad no tiene sentido si se produce un cuello de botella, y para ello el sistema 4G necesita de fibra óptica y el 5G, al que estamos en camino, necesita una altísima cantidad de antenas conectadas por una red fija”.

Se viene el Internet de las Cosas

El emprendedor tecnológico y viceresidente del Polo Tecnológico Rosario, Juan Pablo Manson precisó algunas ideas sobre el concepto de “Internet de las cosas”, mundialmente llamado “Internet of Things (IoT)”.

El concepto de IoT es “un gran paraguas que conlleva las tendencias que van a cambiar la sociedad en pocos años, que comprende el internet social de la gente y las cosas electrónicas conectadas entre sí. Mientras lo que se viene es el Internet de todas las cosas a través del 5G: industrias, empresas, gobierno, salud, interconectados y adoptando estándares en común”, sostuvo.

En este camino se encuentran las empresas internacionales de las comunicaciones, como IBM, Amazon, Samsung, Google e Intel, trabajando en desarrollo de aplicaciones IoT que son abiertas a diversas funciones posibles. “Otras grandes comunidades de programadores se encuentran actualmente trabajando con hardware abiertos, no sólo especialistas y empresas o hackers, sino que también se está trabajando desde los usuarios, y se crean empresas que pretenden gestionar este IoT del futuro cercano”, aseguró el emprendedor.

En la historia cercana de las comunicaciones, desde 2008 existen más dispositivos conectados que personas en la red, y “para 2020 habrá 50 mil millones de dispositivos aproximadamente, por lo que ya se está pensando en estandarizar, como dijo Carrier, sistemas integrados”.

Ejemplificó una situación hoy imposible, pero probable en un futuro próximo: “Juan tiene un reloj pulsera que controla su ritmo cardíaco y cada situación anómala mientras duerme. Le avisa si tiene apneas, cuántas, o si tuvo algún signo de la salud que deba preocuparlo, porque es un reloj configurado con bog data sobre su historia clínica. El reloj un día puede despertarlo más temprano de lo usual para avisarle que sufrió una arritmia por ejemplo, y mientras lo despierta le avisa que una ambulancia ya fue solicitado al Servicio de Emergencias Estatal, y que ya se encuentra en camino. Como el reloj particular y el sistema de salud, el control del tránsito de la ciudad, conectado al sistema, es notificado de todo, y de esta forma, se modifican los semáforos del camino, para facilitar la llegada de la ambulancia y evitar así situaciones posibles de accidentes viales”. Ficción en la actualidad, en breve realidad.