Es una creación de un estudio holandés que viene a solucionar uno de los grandes problemas de las parejas que se separan. ¿Qué hacer con la vivienda comprada y convertida en hogar a medias?

Pues bien, si uno lo piensa de antemano y se compra una Prenuptial Housing, se terminó el conflicto. Es que este revolucionario concepto de vivienda, creado por el experto Omar Kbiri, se divide en dos partes si el matrimonio decide poner punto y final a la convivencia.

Como respuesta a la creciente tasa de divorcios y separaciones, el edificio, que actualmente se encuentra en fase de desarrollo y estará disponible en 2017, consistirá en una vivienda flexible formada por “diversas unidades que puedan conectarse y desconectarse sin demasiado esfuerzo”, explica Xander Den Duijn, del estudio de arquitectos que puso en marcha el proyecto.

Los antiguos cónyuges o novios seguirán siendo vecinos pero con viviendas y vidas totalmente independientes porque incluso el interior, cuyo diseño dependerá de las preferencias y necesidades de los inquilinos, está pensado para ajustarse de manera sencilla a las posibles futuras divisiones.

En la casa unitaria "la cocina y el baño estarán compartidos pero su construcción prevé que sean fáciles de separar como componentes individuales, y en sustitución un habitáculo más sencillo será incluido en cada una de las partes", explica el arquitecto holandés.

Esta vivienda flexible al más puro estilo tetris podrá instalarse sobre el agua o en tierra firme. Aunque más allá de diseñar una vivienda exclusiva para matrimonios que se “atrevan a comprarla pensando en un futuro incierto”, este concepto de vivienda puede también ser útil para parejas que quieran vivir separados de vez en cuando. O incluso es una buena opción para los que estén esperando un hijo, porque sin esfuerzo van a poder añadir una habitación a la vivienda actual.