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Desde su inicio, esta ha sido una de las mayores críticas recibidas por Instagram: su política de censura con respecto a determinadas imágenes, especialmente aquellas en las que se podían ver pechos de mujer, o más concretamente, aquellas en las que se apreciaba el pezón.

Las críticas parecen haber hecho efecto en la red social, que anunció cambios en sus herramientas de moderación, aunque no está claro si para bien o para mal. Se puede decir que Instagram está cediendo parte de la labor de control de contenido a los usuarios.

A partir de ahora, los usuarios podrán denunciar fotografías que hayan visto para que Instagram las desenfoque, de modo que no se vea el contenido explícitamente y sea necesario pulsar sobre la imagen para verla tal y como la ha subido el usuario. Esto podrá ocurrir tanto en el muro general como en la búsqueda y los perfiles.

El único problema con este cambio es que Instagram no ha aclarado qué contenido se considerará 'sensible' y censurable según su nuevo sistema. Tampoco queda claro si seguirá habiendo un filtro llevado a cabo por sus empleados, de modo que no se pueda acosar a perfiles mediante la denuncia masiva de fotografías por grupos malintencionados de usuarios.

A juzgar por el comunicado emitido, la mención a "publicaciones que no infringen nuestras normas" puede significar que los desnudos integrales seguirán estando prohibidos por Instagram y que esta herramienta afectará a otras fotografías.

Por otro lado, Instagram ha integrado una nueva medida de seguridad para su aplicación: la verificación en dos pasos. Este sistema de protección es uno de los más recomendables para usuarios de servicios en los que se maneja contenido e información personal, así como una buena barrera contra intrusos que intentan acceder ilícitamente.