Una propuesta legislativa que comenzó a debatirse este jueves en Francia busca frenar las noticias falsas y en pos de eso obliga a Youtube, Facebook, Twitter y demás redes sociales a identificar, durante los períodos electorales, a las personas o entidades que están pagando contenidos informativos, así como los montos respectivos.

Se trata de dos proyectos de ley impulsados por el presidente Emmanuel Macron para combatir las noticias falsas propagadas en Internet durante las campañas electorales: una para las presidenciales y otra para el resto de elecciones nacionales y europeas.

La propuesta establece que cuando se tengan sospechas de que alguna de las informaciones que circulan por las plataformas digitales son falsas, se podrá recurrir a un juez para que en sólo 48 horas pueda ordenar el cese de esa difusión si estima que puede comprometer "la sinceridad de la votación".

Además, el Consejo Superior del Audiovisual (CSA) podrá intervenir cuando el origen de las maniobras de desinformación esté en una entidad "controlada por un Estado extranjero o bajo la influencia de ese Estado", señala el texto.

Esta disposición fue formulada claramente pensando en la cadena rusa RT, a la que Macron acusó de haber propagado informaciones falsas durante la campaña de las presidenciales de 2017. Por su parte, las redes sociales tendrán que poner en marcha un sistema que permita a sus usuarios señalar falsas informaciones. 

La normativa cubre un periodo que va desde los tres meses antes del primer día de votación hasta la fecha del escrutinio, y prevé para los infractores penas de hasta un año de prisión y 75.000 euros de multa, así como la suspensión de la difusión de los programas o secuencias publicitarias que fueran declaradas culpables.