Como Mark Zuckerberg no tuvo suficiente tiempo en su comparecencia ante el Senado de los EEUU para responder a todas las preguntas que le hicieron, el CEO de Facebook ha escrito una carta a los senadores para dar todavía más respuestas.

Unas respuestas no hicieron más que agravar aún más la situación y hacer que la desconfianza en torno a Facebook y los usos que hace de los datos de los usuarios crezcan a la vez que se pide aún más responsabilidad en este área de cara al futuro de la red social. De un modo u otro, el escándalo de Cambridge Analytica sigue muy presente en el día a día del mundo de la tecnología.

La carta es muy extensa y tiene 229 páginas en su versión en inglés y, además de defender su postura y la de su negocio en el mundo de la recopilación masiva de datos, viene a reconocer que Facebook no tiene perfiles fantasma de usuarios no registrados en la red social, pero que sí recopila información sobre ellos a través de webs y servicios con botones de Facebook.

Según Zuckerberg, "cuando los usuarios visitan aplicaciones o sitios web que incluyen nuestras tecnologías, como el botón "Me gusta", nuestros servidores registran automáticamente datos del navegador o la aplicación". Entre esos datos, figuran "si un dispositivo o usuario particular visitó el sitio web o la aplicación", así como "información adicional que el editor de la aplicación decida compartir con Facebook sobre las actividades de la persona".

En otras palabras, las webs que insertan botones para compartir en Facebook están mandando información de todos sus usuarios, tanto los que sí tienen cuenta como los que no, a la red social. Y Facebook usa todo esto para crear mejores filtros para las campañas de publicidad de quienes contratan sus servicios.

En las últimas semanas, se ha descubierto que Facebook dio acceso especial a muchos fabricantes de celulares (en torno a 60, según The New York Times) hace años para que pudieran sacar provecho de su información a la hora de desarrollar productos.