La laguna Melincué retrocedió en pronunciada bajante y dejó expuestos algunos vestigios de lo que podría haber sido un fuerte militar construido durante la época colonial, a fines del siglo 18. Hacia allí acudió entonces un equipo de antropología y paleontología del Museo Provincial de Ciencias Naturales "Ángel Gallardo", a explorar el territorio y recoger muestras con la expectativa de confirmar el hallazgo.

El equipo viajó a este espejo lacustre del sur de la provincia para realizar una excavación sistemática sobre estructuras expuestas ante la bajante. Sus voceros explicaron que numerosas lagunas de la región pampeana han sido lugares estratégicos para el asentamiento de pueblos originarios, así como para las poblaciones hispano-criollas y posteriormente para inmigrantes europeos. Actualmente siguen teniendo una relevancia trascendental en el sur santafesino, ya que muchas de las localidades se encuentran asentadas en sus márgenes o han sido referencia fundamental en las fundaciones de los pueblos. Tal el caso de Melincué.

La laguna Melincué –localizada al noreste del departamento General López– es una fosa de entre 10 y 15 kilómetros de longitud, y entre 6 y 10 de ancho, aproximadamente, creada por movimientos tectónicos recientes, posteriores al episodio húmedo que formó los paleocauces entre 65.000 y 36.000 años antes del presente.

Mientras algunos cuerpos lagunares aumentan su volumen, otros experimentan una disminución como consecuencia de los efectos combinados de la sequía, cambios en los parámetros del clima y actividades humanas. Este es el caso de la laguna Melincué, declarada sitio Ramsar en 2008.

Construir conocimientos 

El coordinador del área Antropología y Paleontología del Museo Gallardo, Germán Giordano, comentó que “contemplamos estos paisajes, los admiramos y pensamos desde una lógica de respeto por sus recursos e historias, conscientes de la trascendencia que ha tenido y sigue teniendo la Laguna y Fuerte Melincué”.

“El objetivo de este proyecto es construir conocimientos y generar instancias de aprendizaje que impliquen procesos de inclusión social y reconocimiento de saberes en torno a los pasados y territorialidades, en las localidades de Melincué, Elortondo y Labordeboy, a través de la investigación arqueológica, etnohistórica, el diálogo, la reflexión y acción cooperativa y colectiva con las comunidades”, concluyó Giordano. 

Proponer formas de transformación-acción sobre el cuidado de los recursos patrimoniales y ambientales, consensuando políticas culturales, patrimoniales y turísticas sobre el casco urbano/rural y su ambiente lagunar es otra de las metas de este proyecto, desarrollado en conjunto con la Universidad Nacional de Rosario (UNR), el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y vecinos/as de Melincué.

La historia propia

Por su parte, la integrante del área Antropología y Paleontología del Museo Gallardo, Belén Molinengo, sostuvo que “considerando al paisaje como una construcción sociohistórica, el Gallardo propone generar acciones sostenibles que permitan mejorar las condiciones de vida local, favoreciendo la sustentabilidad de los humedales, la preservación del patrimonio cultural y la visibilización de diferentes historias a partir del abordaje de sitios arqueológicos, históricos y paleontológicos”, indicó .

Estos territorios lagunares han sido lugares estratégicos donde se han asentado los pueblos originarios a lo largo de milenios, territorios construidos culturalmente producto de la interacción entre el medio natural y la dimensión humana, social y simbólica, que representan una forma de concebir la naturaleza y el espacio tiempo, en definitiva una forma de concebir el mundo de cada sociedad. 

Los asentamientos y vestigios de fuertes en los alrededores de la laguna Melincué no suelen ser perceptibles a simple vista y menos aún por quienes no son especialistas. Para ello es necesario una investigación arqueológica que incluya diferentes actividades.

En tanto, el integrante del área Antropología y Paleontología del museo ubicado en Rosario, Fernán Garcia, manifestó que “nuestro compromiso, a través de años de trabajo con diferentes comunidades del sur santafesino, nos lleva a reconocer problemáticas vinculadas a la reconstrucción del lazo social, el desarrollo productivo sustentable, el ambiente, la integración rural-urbana y el fortalecimiento de las identidades culturales”, 

A través de esta campaña, el equipo del Museo Gallardo continuará estudiando la organización social y del paisaje a lo largo del tiempo, los recursos explotados, el desarrollo tecnológico y los aspectos simbólicos de las diferentes sociedades que se asentaron en torno a la Laguna Melincué.