Un equipo de investigadores liderado por españoles ha descrito una nueva maquinaria de reparación de errores en el ADN, lo que abre las puertas al desarrollo de nuevas estrategias para combatir la resistencia de algunas bacterias a los antibióticos.

Según la investigación, cuyos resultados publica la revista Nature Communications, en la gran mayoría de los organismos existe un sistema encargado de revisar y corregir los errores que se hayan producido al copiar el ADN, impidiendo que se produzca un elevado número de mutaciones.

"Si falla este proceso se acumulan mutaciones y se pueden producir nuevas combinaciones de genes, originando importantes consecuencias. Por ejemplo, las bacterias patógenas pueden adquirir fácilmente resistencia a los antibióticos, que dejan de ser eficientes contra la infección", explica en una nota de prensa Jesús Blázquez, líder de este estudio.

Hasta ahora este mecanismo era considerado único en los seres vivos, prosigue la nota, sin embargo, esta investigación ha demostrado que existe un nuevo mecanismo "completamente diferente".

Algunas bacterias y arqueobacterias presentan un sistema de corrección diferente, en el cual la encargada de detectar y resolver este tipo de errores en el ADN es una proteína llamada NucS.

La actividad de esta proteína previene que algunas bacterias como 'Mycobacterium tuberculosis', causante de la tuberculosis, adquieran muy fácilmente resistencia a los antibióticos.

La tuberculosis es una de las enfermedades que más muertes causa en el mundo. En 2015 se contabilizaron cerca de 1.8 millones y casi 500.000 desarrollaron resistencia a los dos antibióticos más utilizados en su tratamiento (según datos de la Organización Mundial de la Salud), lo que obliga a buscar alternativas y complica enormemente el tratamiento de la enfermedad, recuerda el CNB.

"Si queremos combatir el desarrollo de resistencias a antibióticos en bacterias patógenas, el primer paso es conocer los mecanismos naturales que controlan la aparición de mutaciones", resume Blázquez.

Así, este descubrimiento, continúa, puede ofrecer estrategias para combatir el desarrollo de resistencia a antibióticos y la aparición de lo que se ha dado en llamar superbacterias.

 

 

EFE