Corea del Sur inauguró la primera red nacional 5G del mundo, convirtiéndose en escaparate del profundo cambio que puede suponer esta tecnología, que transmite datos a gran velocidad y que es clave en la llamada cuarta revolución industrial.

La puesta a la venta de la versión compatible con 5G del teléfono Galaxy S10 de Samsung Electronics permitió que los surcoreanos sean los primeros del mundo en disfrutar de una red móvil 5G de escala nacional.

Aunque partes de las ciudades estadounidenses de Chicago y Mineápolis estrenaron redes el miércoles, la surcoreana cubre buena parte del territorio: funciona ya en 85 ciudades, autopistas o líneas férreas de alta velocidad y se irá ampliando en los próximos meses. 

El reducido tamaño del territorio nacional -100 mil kilómetros cuadrados- y el hecho de que casi la mitad de los 51 millones de surcoreanos residen en torno a la región capitalina facilitaron la instalación de esta red. 

Los usuarios de este smartphone y de los otros modelos compatibles con 5G que saldrán pronto a la venta (el V50 ThinQ de la también surcoreana LG estará disponible el 19 de abril) deberán pagar más en comparación con los planes existentes para móviles que solo funcionan con tecnologías 4G LTE y anteriores.

Aún así y a pesar de los altos precios, los analistas esperan que la mayor parte de los usuarios surcoreanos de 5G opte por datos ilimitados, ya que el uso de algunas aplicaciones es capaz de consumir todos los datos de los planes más básicos en menos de una hora.

El estreno del 5G en Corea del Sur es a su vez una oportunidad para que el gigante chino Huawei, cuya infraestructura ayudó a levantar la red surcoreana, demuestre la fiabilidad de su tecnología después de que muchos países occidentales la hayan vetado de sus propias redes por temores de espionaje.

A su vez, algunos analistas advierten que la plena implantación del 5G va requerir de una inversión de capital mucho mayor que la realizada para las actuales redes 4G, lo que va a suponer una importante carga financiera para muchas empresas del sector en un momento en el que los usos para esta tecnología no están aún del todo claros. 

(EFE)