Un estudio de las universidades de Vermont y Adelaide comprobó la existencia de ciertos mecanismos de las redes sociales que procesan los datos de personas, no solo entre su comunidad sino que todavía no tiene perfil creado. 

Hasta ahí, nada que parezca muy novedoso. El asunto es que la investigación de estadounidenses y australianos llegó a develar cómo las redes pueden predecir lo que una persona hará en el futuro inmediato sólo a partir de lo que sus amigos publican. Y no hace falta que la persona en cuestión pertenezca a la comunidad de esa red, llámese Facebook, Twitter, Instagram, etc.

"Es como escuchar a alguien hablando por teléfono. Aunque no sepas lo que dice la persona al otro lado de la línea, puedes enterarte de mucha información sobre ella con solo escuchar lo que dice su interlocutor", explicó el profesor Lewis Mitchell, uno de los autores de la investigación en una nota de la BBC.

Las conclusiones del estudio publicado en la revista Nature Human Behaviour se basa en más de 30 millones de publicaciones en Twitter, de un universo de 14.000 usuarios distintos. Menudo trabajo se tomaron.

El enfoque analiza los tuits de una decena de contactos y concluye en la posibilidad de predecir lo que pronto tuiteará la persona objeto del estudio.

Según el matemático James Bagrow, el asunto es que al crear una cuenta en una red social, "creemos que estamos dando información solo sobre nosotros, pero también damos información sobre nuestros amigos". Según Mitchell, "no hay sitio para esconderse en las redes sociales", acotó Lewis.

"En un debate político, la gente puede ser expuesta solo a un tipo de información y no recibir visiones opuestas. Por lo tanto, nuestra privacidad no depende solo de nosotros sino también de nuestros amigos", advirtió.

El comentario hace recordar el problema anterior que Facebook tuvo acerca de la privacidad de sus suscriptores. En 2018 se descubrió que una empresa de marketing político se valió de la información de 50 millones de usuarios para uso de campañas políticas. El creador de Facebook, Mark Zuckerberg, admitió el error y la falibilidad de su creación y prometió reforzar la seguridad. Al parecer, la cosa no cambió todavía.