La Universidad Nacional de Rosario (UNR) comenzó a producir máscaras de protección facial, una necesidad del sistema público de salud que el mercado no puede cubrir. La tarea se realiza con el aporte de su comunidad y el trabajo de voluntarios.

A mediados de marzo, en las redes sociales, surgieron pedidos de máscaras de protección facial por parte de trabajadores de la salud que no podían conseguir este producto en el mercado y convocaban  a realizadores, especialmente de la impresión 3D, para producirlas. 

En este marco, el Área de Extensión de la UNR junto a la Secretaría de Extensión del Politécnico Superior, comenzaron a trabajar en la fabricación de protectores faciales. En una primera instancia investigaron los modelos que se ofrecían en Internet, cuáles eran más efectivos y fáciles de producir. 

“Dentro de esos modelos, había dos que nos parecieron mejores, uno es el que nos llega desde la provincia de Santa Fe y hay otro que es el que está haciendo el Polo Tecnológico, que es más sencillo y ofrece ventajas de productividad, así que nos decantamos por ese” explica Sergio Cuello, vice-director de Extensión del Politécnico y docente del departamento de plásticos.

El Área de Extensión de la UNR se contactó con los proveedores, consiguió y compró los materiales para brindárselos a los voluntarios que estaban produciendo las máscaras en sus casas. El protector consta de tres componentes, la visera, la pantalla plástica transparente y el elástico sujetador. 

Lo que se imprimen son las viseras, a las que luego hay que incorporar la pantalla de PVC o acetato y el elástico para mejorar la sujeción. Hay seis impresoras 3D trabajando con el equipo de Extensión, dos que son del Politécnico y están siendo operadas por docentes en sus casas y cuatro que son voluntarios que se contactaron a través de redes sociales. 

Se trata de impresoras de tecnología FDM que se alimentan con un hilo de plástico. En tanto, el filamento es entregado por la Universidad y las máscaras son armadas y distribuidas por el área de Extensión.

Los protectores faciales producidos por Extensión son financiados por la Universidad y distribuidas por la Municipalidad de Rosario. El excedente que se produce es destinado a los trabajadores universitarios en funciones en funciones esenciales  como son quienes se desempeñan en los comedores universitarios.

Las máscaras de protección facial son un dispositivo muy importante para evitar contagios, sobre todo para de quienes tienen que trabajar de manera cercana con otras personas ó quienes manipulan productos de consumo humano. Los utilizan los equipos sanitarios, en laboratorios, geriátricos y comedores. Los mismos crean una aislación para  el rostro y no son una alternativa al barbijo sino que lo complementan.