Erika Olguín pelea por su vida luego de que su ex pareja la atacara golpes y la prendiera fuego luego de rociarla con nafta en una vivienda de Villa Gobernador Gálvez. Uno de los datos de quienes la asistieron cuando acababa de sufrir la agresión es que la víctima repetía la clave de su celular constantemente para que puedan acceder a información delicada sobre el vínculo con su agresor.

La violencia de género sufrida se arrastraba de hace un tiempo e incluso había buscado apoyo en referentes barriales y también en la Municipalidad de la ciudad. Justamente este es un punto que mencionó como clave Rosa Flores, referente social y vecina de Erika, quien contenía junto a otras mujeres a la víctima cuando se repetían los hechos de violencia doméstica.

“Cuando la sacaron de la casa quemada, repetía constantemente el número de bloqueo del teléfono. Suponemos que ahí tiene información”, dijo la vecina. Fue un acto reflejo para resguardar un posible intercambio de mensajes con alguna una asistente de género de la Municipalidad de Villa Gobernador Gálvez que incluso podrían servir como pruebas de lo que vivía con su el agresor. El celular ahora lo tiene el Ministerio Público de la Acusación (MPA).

Según apuntó, vivían en el mismo techo, pero estaban separados. “Ella le pidió que se vaya y él le dijo que la casa era de él. Que nunca se iba a ir”, sumó a la declaración en La Ocho. La mañana del miércoles fue extrema: una de las tres hijas de Vanesa, de 6 años, pidió auxilio porque Adrián B. le estaba pegando. Cuando llegaron los vecinos, la joven estaba quemada producto de un combustible que le arrojó su ex pareja.

Mientras intentaban llamar a una ambulancia, uno de los vecinos increpó al agresor y éste dijo que la quería asustar. Se dio a la fuga pero horas después fue arrestado y el viernes podría ser imputado.