La radiografía económica de Luxemburgo, un pequeño país de Europa central rodeado por Francia, Alemana y Bélgica, impacta: en el 2014, su PBI per cápita fue de 88.500 euros, una cifra que lo ubicó tercero en el ranking mundial que mide la calidad de vida en las distintas naciones del globo terráqueo. Su población pasiva percibe las jubilaciones más altas de todo el continente. Los más favorecidos cobran 4.735 euros. El número, sin embargo, deja de ser elevado si se lo compara con lo que ocurre en nuestra provincia: el jubilado santafesino que cobra la máxima recibe casi el doble de dinero que el pensionado luxemburgués con más beneficios.

Las pensiones en Luxemburgo son un oasis dentro de Europa, que promedia jubilaciones máximas que apenas superan los 2.000 euros. El segundo país del ranking es España, con una máxima de 2.560 euros. La lista la completan Austria (2.220), Grecia (2.058) y Noruega (2.040 euros). En Francia, por ejemplo, el tope está fijado en 1.134 euros. Una cifra parecida manejan los belgas (1.295) y los daneses (1.020).

En Santa Fe, tal como este martes detalló Rosarioplus.com, la jubilación máxima asciende a 128.743 pesos. La cobran 17 pensionados del poder judicial, ex ministros de la Corte Suprema y ex jueces camaristas. Otros 11 privilegiados (viudas y familiares directos de ex magistrados de ese mismo nivel), reciben 96.484 pesos. Este grupo de 28 personas percibe un total de 3.249.955, lo mismo que al Estado le cuesta solventar 554 jubilaciones mínimas. 

En la moneda europea, si se toma en cuenta que en el mercado paralelo un euro equivale a 17 pesos, la jubilación máxima de Santa Fe equivale a 7.573 euros, casi el doble que la de Luxemburgo y seis veces más que la de Francia.

Lo paradójico también se da en el plano discursivo. En Europa, ante la prolongación de la crisis, ya se empieza a hablar de una reducción de las pensiones máximas para los próximos años. "Hablar de pensiones superiores a los 2.000 euros dentro de siete años es impensable. El sistema no aguantará tal y como está estructurado”, planteó semanas atrás Antonio Suárez, director general de Óptima España, empresa especializada en planificación financiera.

Este año, la Caja de Jubilaciones de Santa Fe arrojará un déficit cercano a los 2.000 millones de pesos. Y si bien el impacto económico de esta marcada desigualdad entre la máxima y la mínima es insignificante, no hay ninguna iniciativa política para terminar con esta brecha.  La diferencia entre quienes más y menos cobran en Santa Fe es de 22 veces, cuando la relación debería ser 1 a 10, según denuncia la diputada Verónica Benas (PARES-FPCyS), autora de la ley que en la actualidad regula las pensiones.

"Mi esperanza es que las propias autoridades del poder judicial recapaciten y abran una instancia de diálogo por los montos que están cobrando, no veo una decisión política de quitar privilegios", afirmó resignada la legisladora.