Esta tercera vez en la que los santafesinos concurrirán a las urnas este año, tiene sus particularidades. Estas primarias nacionales serán un capítulo aparte de todo lo que sucedió en Santa Fe. Ni siquiera el sistema electoral es el mismo y habrá que volver a ponerse el chip de la boleta sábana, esa que le gusta a los partidos políticos porque puede “trabajarse” previamente desde la militancia y porque produce arrastre desde las categorías mayores a las menores.

La mayor dificultad para el elector será establecer qué cuerpo prefiere del que corresponde a los candidatos distritales y nacionales para el Parlasur. Candidaturas que aparecen por primera vez en el horizonte del votante y sobre las que poco se sabe. Es extraño que en ese punto se produzca mucho corte, al igual que en el resto de las categorías. Y ahí radica el principal punto de diferencia y debate con la Boleta Unica provincial: Qué es mejor, que los partidos y las candidaturas más importantes arrastren a las demás; o que por el contrario la gente marque con cruces mezclando todo como en un crucigrama. He ahí el dilema de un sistema electoral.

Por lo pronto para Santa Fe adquiere principal relevancia la disputa por las bancas del Senado Nacional. Más que nada porque hay en disputa tres dirigentes de vasta experiencia y peso político en el territorio. Omar Perotti, Hermes Binner y Carlos Reutemann darán especial interés a esta categoría. Con dos elementos a tener en cuenta: Binner participa con boleta corta, es decir sin candidato a presidente de la nación y Reutemann se postula por primera vez en su historia por afuera del Partido Justicialista. De los tres, Perotti es el único que viene de una excelente performance electoral reciente: Más de 500 mil votos en las provinciales para gobernador.

Los candidatos presidenciales son los que más van a traccionar. No habrá manera de “provincializar” demasiado el comicio como lo propuso durante toda su campaña Binner. El socialista sí necesitará del corte de boletas. Es decir, del esfuerzo del votante de tomar la “sábana corta” que contiene a senadores, diputados nacionales, aspirantes al Parlasur; y completar con alguno de los binomios presidenciales en oferta. Una tarea que tienen mucho más sencilla los candidatos que van detrás de Daniel Scioli y Mauricio Macri, por ejemplo pero que es extensivo a los otros candidatos con boletas completas en todos los territorios.

En este punto, el socialismo sí le dio sentido a la tarea de “trabajar” la boleta. Esto es repartir los votos ya armados con el binomio presidencial que encabeza Margarita Stolbizer. El escrutinio provisorio que comenzará el mismo domingo tarde a la noche indicará cuál habrá sido el resultado de esa militancia.

Con todo, no debe perderse de vista que este turno electoral es el principio del camino que culmina en octubre. El Frente Cambiemos intentará sumar todos los resultados para hacer ver que tiene oportunidad frente el kirchnerismo. Pero sólo podrá exhibir este análisis si no es ampliamente derrotado por el oficialismo en estas primarias en todo el país.