El tandilense Juan Martín Del Potro impuso su mayor jerarquía para doblegar al local Ivo Karlovic por 6-4, 6-7 (6-8), 6-3 y 7-5, en un triunfo que permitió a la Argentina igualar con Croacia 1-1 la final de la Copa Davis al mejor de cinco puntos que animan en Zagreb, y que consagrará a un nuevo campeón el domingo.

Del Potro, nacido en Tandil y ubicado en el puesto 38 del ranking mundial de la ATP, empleó tres horas y 18 minutos para superar al gigante Ivo Karlovic (20) ante 13.000 personas que se acercaron al estadio Arena Zagreb, entre ellos 4.500 argentinos que se adueñaron de la foto del festejo final.

La serie había comenzado adversa para el equipo "albiceleste" con la derrota del azuleño Federico Delbonis (41) ante el 'top ten' croata Marin Cilic (6) por 6-3, 7-5, 3-6, 1-6 y 6-2, luego de tres horas y media de juego, pero apareció en escena Del Potro y dejó las cosas igualadas, y además estiró la definición al domingo.

Es que este sábado desde las 11 (hora de la Argentina) habrá un único punto, el de dobles, en el que los croatas presentarán a Ivan Dodig (13 del mundo en la especialidad) y a Cilic, ante una pareja argentina que tendrá a Leonardo Mayer (137) y a Guido Pella (72) o a Del Potro, si el tandilense está en condiciones físicas de jugarlo.

El domingo desde las 10 jugarán Delpo ante Cilic y a continuación Karlovic ante el Yacaré Mayer, siempre y cuando la final no se haya definido en el punto anterior.

Luego de la derrota de Delbonis, previsible aunque no en la forma en que sucedió -ya que jugó un muy buen partido y obligó a Cilic a un esfuerzo supremo-, llegó la hora de Del Potro en su tercera final de la Davis, ya que estuvo en las derrotas con España, en 2008 en Mar del Plata, y en 2011 en Sevilla.

El tandilense logró al fin ganar por primera vez un punto en una final, pero debió trajinar bastante en un partido sin nada de ritmo, aburrido, ante un rival de 211 centímetros de estatura que posee un saque temible, demoledor, aunque a veces, como en esta ocasión, no le alcanza para llevarse la victoria.

El primer set fue el más tranquilo para la "Torre de Tandil", sin sobresaltos, ya que logró rápido su objetivo cuando quebró el saque del balcánico en el primer punto y luego mantuvo el suyo hasta llevarse el parcial por 6-4 sin haber pasado apremios.

El segundo parcial fue parejo hasta el tie break, ahí "Delpo" prevaleció y estuvo 6-4 en ventaja, pero el croata salvó los dos sets points en contra y se lo llevó por 8-6.

En la definición rápida, el tandilense cometió errores no forzados impropios para un tenista de su nivel, mientras que Karlovic, que no había ganado ningún peloteo, se llevó dos seguidos para quedarse con el segundo parcial.

El tandilense recuperó su tenis en el tercer parcial, así quebró al croata para adelantarse 5-3 con dos muy buenas devoluciones y un par de dobles faltas del rival, suficientes para lograr lo que tanto había buscado, y luego lo definió con su servicio por 6-3.

El encuentro mantuvo su monotonía, con Karlovic sustentado únicamente en su saque (conectó en total 35 aces) y sin darle nada de ritmo a Del Potro, ya que la pelota rara vez pasó más de tres veces por encima de la red.

Dos sets arriba, el tandilense siguió firme con su servicio, de hecho no lo cedió en todo el partido (tampoco tuvo ningún break point en contra) y volvió a quebrar al croata con un revés cruzado espectacular que le permitió adelantarse 6-5.

En ese momento, Del Potro apretó fuerte su puño, miró fijo a la tribuna argentina durante unos 15 segundos y, con la presa a su merced, sacó sin vacilaciones para sentenciar la victoria por 7-5 que dejó la final igualada, luego de la primera jornada.

Del Potro corrió, se abrazó con el capitán Daniel Orsanic y con el resto de los integrantes del equipo, y luego le dedicó el triunfo a la tribuna argentina, que lo ovacionó de pie, ya que el tandilense es la carta de triunfo, el dueño de la gran ilusión de alzar por primera vez en la historia la ansiada Copa Davis.

La final continuará mañana con el dobles, pero hoy Argentina cantó presente en Zagreb y más allá de la figura enorme de Del Potro, el resto del equipo, muy enfocado en el objetivo, sin los egos y celos del pasado, está en condiciones de cantar victoria ante un duro rival como Croacia y en su propia casa.