Una fotógrafa de Tallinn, Estonia, pensó que si había retratado tantas bodas, a tantas novias y parejas no había razón para no poder ser ella la fotógrafa de su propio casamiento. 

Así que ella, Liisa Luts, junto a quien sería su marido en las próximas horas decidieron hacer algo inusual y el resultado fueron unas estupendas fotografías que cuentan maravillosamente bien la intimidad y alegría de la tan especial jornada para ellos. Tan bien y de manera tan novedosa que fueron furor en redes. 

“Sentí que quería algo distinto, no esas fotografías en las que todos posan muy guapos, y tampoco esas galerías de fotos tan cargadas y glamurosas” dijo Luts, que de fotografía sabe bastante, a la revista PetaPixel. 

“Con todo el respeto a los fotógrafos de bodas, yo solo quería algo que fuera más ‘nosotros’… ¿Y qué podía ser más real que yo haciendo fotos de mi misma, de nosotros?”.