Aún con Mauro Icardi fuera de la Selección argentina, el nombre “Wanda” tomó un inusitado protagonismo durante todo el Mundial de Rusia. En los estadios donde se disputa el el certamen y en cada ciudad involucrada, la leyenda “Wanda” se repite como un eco incesante, interpelando sobre todo a los hinchas albicelestes.

Sin embargo, “Wanda” nada tiene que ver con la mujer del delantero del Inter: se trata de una empresa china perteneciente al Dalian Wanda Group involucrada en los negocios más rentables del planeta.

Wanda se dedica a la renovación y desarrollo de shoppings y complejos urbanos. Además, es propietaria de la mayor cadena de cines de China, llamada Wanda Cinemas, y del grupo Hoyts (con sucursales en Argentina) y una de las dueñas de AMC Theatres, la mayor cadena de cines del mundo.

Los más futboleros quizás la recuerden por su desembarcó en el Atlético de Madrid en 2015, cuando se hizo con el 20% de las acciones del club español por 45 millones de euros. Es más, en 2014 le puso su nombre al nuevo estadio del equipo que dirige Diego Simeone, el Wanda Metropolitano.

Por último, cabe destacar que Wanda también administra Infront Sports & Media, una poderosa compañía de marketing deportivo, que posee los derechos de la Copa del Mundo hasta 2030, cedidos en exclusiva por la FIFA. 

Así, el Mundial actual tiene como protagonistas a las empresas chinas en lo que tiene que ver con la publicidad, tanto en los doce estadios mundialistas como en las once ciudades involucradas en el certamen. Mengniu (productos lácteos), Hisense (electrodomésticos), Vivo (teléfonos inteligentes) o Yadea (motos eléctricas) integran la avanzada de una pequeña invasión de corporaciones del gigante asiático.