Lionel Messi amagó pero no convirtió el gol: finalmente se queda en el Barcelona pese a que había anunciado sus intenciones inflexibles de no continuar. Después de diez días frenéticos, con una tensión evidente entre el futbolista y la dirigencia del Barcelona, el rosarino dejará sin efecto el burofax que le envió a la institución el pasado 25 de agosto y que paralizó al mundo.

Allí demostraba sus intenciones de desvincularse sin indemnización del club azulgrana, es decir, sin que nadie pague los 700 millones de euros de su cláusula de rescisión. Ese fue el punto de conflicto de una relación destrozada en los últimos meses con el presidente de la institución, Josehp Bartomeú.

A pesar de la decisión de continuar en Barcelona al menos hasta el 20121 cuando se termine su contrato, Jorge Messi, padre y representante del delantero del Barcelona, sostuvo hasta último momento que podía irse sin indemnización e  hizo pública este viernes la cláusula del contrato del jugador que lo avala.