Los futuros padres ya pueden, gracias a la tecnología, gozar de una esculturita del niño por venir y así sacarse todas las dudas sobre la apariencia del futuro integrante de la familia. 

A través de un escaner que permite "ver" a los niños en 360 grados es posible generar la impresión. En tamaño real, igualito al que está en la panza de la mamá, sale el bebe desde la impresora 3D.

El invento se llama Baby: Boo y su creadora, Katie Kermode de 32 años, explica que la impresión 3D permite que los padres ya empiecen a formar un vínculo con el niño antes de que nazca.

Así que aquellos padres que quieren tener un muñequito de su hijo por venir ya pueden acceder al mismo por la módica suma de 250 dólares, es decir 3.108 pesos si se hace al cambio oficial, más el 35 por ciento, que luego se puede deducir de Ganancias. En fin, el que quiere celeste que le cueste, y sino se puede esperar unos meses más y tener la versión real y animada del niño.