En esto de la sexualidad, cada persona es un mundo, y al igual que con el tiempo se reconoció la homosexualidad como una orientación de mucha gente, ahora hay nuevas opciones sexuales que llegaron a cubrir algunos vacíos de nomenclatura y que generaron la duda a muchos que estaban seguros de sus opciones.

Por un lado está la demisexualidad. Esta orientación es aquella en la que la persona se siente atraída únicamente por gente con la que mantiene un fuerte vínculo emocional. No sería una preferencia, porque necesitan tener ese vínculo para sentir atracción sexual, pero, incluso cuando existe ese vínculo, no siempre implica una atracción sexual. El vínculo simplemente tiene que estar ahí para que pueda dar pie a la atracción sexual.

La primera vez que se utilizó el término demisexual fue en el 2006 en un hilo de los foros de Aven, la Red para la Educación y la Visibilidad Asexual, donde los usuarios lo acuñaron y lo pusieron de moda. El conocimiento del término ha aumentado junto con la sensibilización por la asexualidad en general, aunque todavía hay mucha gente que nunca ha oído hablar de él.

Por otro lado, y aunque suene raro, está la solosexualidad, aunque según algunos psicólogos, esta preferencia puede ser una consecuencia de alguna mala experiencia que hace a las personas evitar el contacto.

En concreto, los solosexuales son aquellos que deciden practicar sexo solo consigo mismos. De hecho, este grupo cuenta ya con una distinción, tienen numerosas páginas web, foros y hasta música para llegar al éxtasis sin compañía.