La idea inicial surgió al pensar cómo sería ver a tanta gente celular en mano para alguien que viniera en una máquina del tiempo desde el pasado. Teniendo en cuenta esa hipotética situación, el fotógrafo Eric Pickersgill creó una serie de imágenes a las que llamó Removed (Eliminados).

En las instantáneas retrató diversas situaciones cotidianas de diferentes personas en las que están consultando su teléfono celular, pero decidió darle un toque ridículo a las fotos eliminando el aparato telefónico de las manos de todos los individuos.

El resultado, efectivamente, es bastante vergonzoso, y demuestra en cuántas situaciones se presta más atención al celular que a los momentos que se están viviendo. “Creo que necesitamos ser conscientes de cuánto tiempo pasamos mirando nuestros dispositivos y reflexionar sobre ello”, contó Pickersgill a The Huffington Post. “Si tu intención es usarlo en público y no te importa alienar a otros, entonces, adelante”, agregó.