El ministro de Economía, Alfonso Prat Gay, tenía razón: se pueden pagar la deudas o los aumentos tarifarios con pizzas. El caso que legitimó los dichos del funcionario sucedió en Padua, Italia, donde un juez autorizó a un padre a pagar la pensión de su hijo con la tradicional comida napolitana.

Nicola Toso y Nicoletta Zuin pusieron fin a su relación en 2002. El juez que llevó su divorció estimó que el padre de la niña que el matrimonio había engendrado debía suministrarle cada mes a su ex mujer una pensión de unos 300 euros para mantener a la menor.

Todo iba bien hasta que la crisis económica azotó al país y este pizzero ya no podía afrontar la manutención.

Según relata The Telegraph , el piezzero Nicola Toso, tras la crisis económica que golpeó al país, optó por ofrecerle a su mujer seguir pagándole la mantención, pero con productos de su pizzería.

A pesar de la apetecible propuesta, la oferta no agradó a la madre de la niña y decidió presentar una denuncia penal en 2010 alegando la falta de pago de la manutención.

La abogada de Toso afirmó en el juicio que su cliente nunca desatendió sus obligaciones. No faltaba a las visitas establecidas y ayudó a su hija en todo lo que pudo. Nicola, después de su divorció, se volvió a casar y tuvo tres nuevos hijos, pero su primogénita siguió recibiendo su atención.

Seis años más tarde de la denuncia presentada por Zuin, el Tribunal de Padua ha dictaminado que Nicola tiene derecho a pagar con comida si su salario no alcanza para dar el dinero en efectivo.