Esta vez es en serio. Todas las partes se movieron y Pablo Pérez quedó a un paso de volver a ser jugador de Newell's luego de una extensa trayectoria por el fútbol argentino e internacional. Falta poco.

Aunque la intención del rojinegro apareció en cada mercado de pases, ahora la oportunidad se presentó como concreta. Tuvo que pasar de todo para que el mediocampista por fin quede muy cerca de concretar el regreso al club que lo formó. Fue fundamental que Independiente le "soltara la mano".

El DT del Diablo, Lucas Pusineri, fue el único que pidió por la continuidad de Pérez en el plantel. Los dirigentes, con Hugo Moyano a la cabeza, ya habían dejado en claro que no querían saber nada con seguir contando con el futbolista. La expulsión ante Boca, en un partido especial para el jugador, le abrió definitivamente la puerta de salida en Avellaneda.

Entonces Newell's se empezó a mover. Lo primero fue ganar tiempo. Los dirigentes del rojinegro solicitaron formalmente extender por unos días el tiempo disponible para contratar jugadores y la AFA aceptó. Ahí se encendió la esperanza.

El paso siguiente fue insistir al futbolista y su representante. El agente de Pérez había intentado ubicarlo en otros mercados, pero nada prosperó. Mientras tanto, Independiente endureció su postura e inició los trámites para rescindir el contrato del jugador. Eso sí, ofrecieron pagar su indemnización en cómodas cuotas. 

Aunque la ilusión pareció apagarse el viernes con el cierre del libro de pases, el panorama cambió radicalmente este martes a la mañana. Newell's todavía tiene algo de tiempo para incorporar y el jugador entendió que en Independiente no tendrá el lugar de siempre. 

Por lo tanto, lo que falta es que por fin PP8 acelere su salida de Avellaneda y acuerde el contrato con Newell's. Si se impone el deseo del jugador por volver a ponerse la rojinegra, lo económico no será un escollo.