La empresa Aguas Santafesinas (Assa) emprende una cruzada contra porteros de edificio que dejan la manguera abierta y derrochan agua sin el menor remordimiento, y también contra vecinos particulares que no tienen cuidado a la hora de lavar su vereda. Promete hacer valer la ordenanza vigente y aplicar las multas previstas.

La proveedora del servicio de agua potable inicia una campaña con agentes que recorrerán las calles del microcentro rosarino por las mañanas, con el fin de generar conciencia en la población sobre el valor social del agua potable en relación con el lavado de las veredas. 

La idea de Assa es recordar la vigencia de la ordenanza N° 8687/10 (sancionada en 2010), que establece que el lavado de veredas solo puede efectuarse con baldes o con mangueras provistas de sistema de corte (interruptores o pulsadores) apuntando a reducir el derroche de agua potable.

El texto establece en su artículo 1° que en Rosario  "todo propietario, comerciante y/ o frentista podrá proceder al lavado de veredas y aceras debiendo emplear para ello baldes o en su defecto mangueras provistas de sistema de corte, interruptores o pulsadores, a los fines de racionalizar el uso del agua”.

Así, aquellos que infrinjan lo establecido por la ordenanza serán sancionados según lo establecido por el Código Municipal de Faltas.

Se estima que una manguera abierta durante una hora insume 500 litros de agua potable, el consumo promedio de dos personas por día. Mientras que utilizando diez baldes de agua (suficiente para lavar una vereda), se necesitan sólo 50 litros. A su vez, según datos de la empresa, el consumo promedio de agua en Rosario es de 350 litros por habitante por día; mientras que en localidades vecinas (como Capitán Bermúdez) el consumo medido alcanza a 200 litros por habitante por día.