Los Franceses se coronaron campeones del mundo luego de ganarle a Croacia 4 a 2, en un partido plagado de situaciones futbolísticas y otras no tanto, como la intromisión en plena disputa de cuatro integrantes de una banda punk anti-Putin. Pero nada pudo empañar los festejos del equipo galo y sus hinchas, que de Rusia a París hicieron sentir la alegría de quedarse, tras veinte años, con la Copa del Mundo.