Julia Borzucka es una artista gráfica que cuenta con la gran ventaja de que para ella el lienzo nunca está en blanco ya que pinta sobre fotografías.

Quería ser violinista, pero una lesión en la mano la obligó a cambiar de planes y casi azarosamente empezó a hacer dibujos digitales en fotografías, como una diversión.

Usando sólo una tableta empezó a transformar los lugares más emblemáticos en escenarios mágicos en los que todo es posible y los objetos adquieren otro uso: un puente se convierte en una red, un edificio en postes para colgar una hamaca o las nubes en una gran correntada. 

Así, en el mundo de esta artista una chica gigante atrapa aviones, un enorme hamster invade Londres y los rascacielos de Nueva York se convierten en el mejor lugar para colgar una hamaca y tirarse a dormir una siesta.