La contemplación de una obra de arte, una pintura exactamente, es un hecho hermoso. Todos tienen una imagen en la mente, por ejemplo, cuando se menciona a La Gioconda. Sin embargo, para las personas no videntes es diferente, porque no tienen cómo saber de qué se trata un Goya o cualquier otra obra artística.

En este hecho reparó el Museo el Prado (ubicado en Madrid, España), uno de los más importantes del mundo. Y decidió poner en marcha su primera iniciativa accesible a personas con discapacidad visual. Gracias a la innovación y a la tecnología, seis obras representativas de los diferentes géneros expuestos en el Museo pueden ser tocadas.

La muestra, que estará expuesta hasta el 28 de junio de este año, fue desarrollada con la colaboración de profesionales con discapacidad visual y el proyecto “permite percibir la realidad de la pintura representada para recrearla mentalmente en su conjunto y lograr una percepción emocional de la obra. Así, una persona invidente logrará un mayor disfrute artístico-estético-creativo para explicar, comentar y analizar estas obras del Prado”, según explica desde la institución.

Además de las imágenes tridimensionales la muestra contará con material didáctico adicional como textos en braille, audioguías y anteojos opacos de cartón para facilitar la experiencia de los videntes plenos.