La especialista en ludotecas y juegos educativos, Marianela Mangiaterra, contó a Rosarioplus.com sobre un buen recorte del mapa del juego para chicos desde la primera infancia hasta los más adolescentes, para que nadie se quede sin salir a jugar.

Los chicos hace rato incorporaron las pantallas y las nuevas tecnologías al juego: desde juegos específicos como la Wii, juegos online para competir con gente de todas partes del mundo, hasta juegos pedagógicos digitales que las escuelas proponen para captar la atención de los niños.

“Hay que asumir que todos estamos atravesados por esta nueva realidad, y no hay que rechazar los nuevos modos de juego, porque no son el antijuego, y se sigue aprendiendo las bondades de las nuevas tecnologías y la cultura que se va modificando”, precisó la especialista, que coordina emprendimientos de creación de juguetes en el Centro Cultural El Obrador.

Hecha la salvedad para que padres y mayores tampoco demonicen lo digital, explicó que “es importante retomar el juego de poner el cuerpo en movimiento, y que los chicos conozcan la variedad de ofertas que hay para jugar por el juego mismo, porque la sociedad debe reapropiarse de la calle, que no sólo se abandonó por la inseguridad”.

Según su punto de vista, “el espacio público está controvertido porque hubo una retirada de las familias por el cambio del modo de relacionarnos con el otro”. Y la idea es recuperar los espacios, y salir a construir con los chicos los lugares apropiados. “Mas que alternativas a la pantalla debe haber un adulto que transmita a los chicos que importa jugar, que hay que dedicarle tiempo y espacio al juego”.

Mariela trabajó con ludotecas desde 1993 hasta 2008 para la Secretaría de Cultura, con muchas escuelas, organizaciones barriales y capacitaciones a docentes, y luego en una ludoteca para los hijos de docentes afiliados de Amsafé. Los diversos espacios que propone se despliegan por los barrios, tanto en el centro como la periferia, para que nadie se quede sin jugar.

El juego urbano y el deportivo

Para los chicos más activos, los que gustan de los deportes al aire libre, la ciudad cuenta con playones, galpones, parques con canchas públicas, y los mismos obstáculos de la calle, para salir a rodar con patinetas, patines, bicicletas, monopatines, en la geografía más urbana de todas.

“El juego genuino es el que puede ir creando el chico, por lo que hay que predisponerlo a que descubra sólo los espacios y se vuelva a asombrar con los lugares cotidianos”, explicó, y aclaró un dato más que importante: “el frío no debe impedir que el niño salga a los parques y calles, porque hasta un pediatra me aclaró que la mejor forma de que un chico no se pesque una gripe es el aire libre, en vez de encerrarlos en un cine empestado”.

Entre otras propuestas del juego más urbano, ya en una mirada artística, están los talleres de grafitis, esténcil, gráficas urbanas, que propone muchas veces la Secretaría de Cultura municipal.

Pero al que guste del juego más deportivo, también tiene opciones en cada club cercano, muchos de ellos municipales y accesibles. “Los deportes que más están pegando en los chicos de hoy en los barrios de una forma increíble son el taekwondo y el hockey. Es un fenómeno que coopta a muchos chicos en deportes sociales, de encontrarse con el otro y con el cuerpo”.

Los espacios de juego creativo

La oferta que todos conocemos, ineludible referencia para que miles de chicos accedan con sus familias y sus escuelas, son los espacios del Tríptico de la Infancia: “En la Isla de los Inventos los dispositivos lúdicos se renovaron a fines del 2015, con su propuesta ‘Como cosa de tu corazón’”.

 Sin embargo, para Mangiaterra la Granja de la Infancia es el más interesante del Tríptico, ya que “además de la interacción con los animales, los chicos encuentran escondites, montañitas, casitas en los árboles, y juegan con estos espacios”.

Otro espacio es la Escuela de Artes Urbanas, una propuesta para adolescentes, con talleres circenses, así como también a nivel privado; y para todas las edades está la Escuela de Circo El Ruedo, una iniciativa privada con seminarios de acribacias, equilibrio, trapecio, tela y slackline (banda elástica para hacer equilibro entre dos árboles).

Pero muchos otros son los talleres menos difundidos, y no públicos, que brindan jóvenes artistas para chicos y no tan chicos, donde se enseñan diversas artes, como crear muñecos de tela o de madera. El Centro Cultural El Obrador también crea juguetes.

Otro espacio público es la Ciudad de los Niños en Velez Sársfield y avenida Carballo, que cuenta con muchos talleres y actividades los domingos en la Calle Recreativa.

El Concejo de los Niños, organizado por la Ciudad de los Niños cada año con las escuelas primarias, invita a los chicos a debatir y rescatar la palabra, piensan la ciudad a gran escala, rescatando la idea del pedagógo Francesco Tonucci, y  las actividades las hacen en lugares como Lavardén, bibliotecas y pequeños concejos en varios barrios de la ciudad.

La Escuela de Animadores, que cuenta con talleres para aprender a hacer dibujos animados para todas las edades, tiene un taller para chicos los sábados a la mañana.

Plataforma Lavardén tiene cursos temporarios y de todas las artes para chicos, así como las Bibliotecas Argentina, Estrada, El Obrador, Pocho Lepratti, Cachilo también ofrecen una variedad de talleres.

Un grupo de percusionistas llamado Tocolobombo cuenta con un taller de percusión de todas las edades, que realiza un festival anual con toda clase de ritmos y tambores.

Algunas compañías que vale la pena conocer

Existen algunos grupos de jóvenes que proponen obras teatrales fuera de lo “políticamente correcto”, como Pato Mojado y Payasos Autoconvocados. Es que lo oficial se inclinó hacia el juego a través de los afectos, y dejó de interpelar a los chicos en los temas más difíciles”, precisó.

Sobre estos dos grupos teatrales, detalló que son “honestos con la historia, la violencia, cuestionan la realidad y trabajan la infancia de forma más crítica”. Reconoció que con los chicos, cuesta hablar de la historia, de la muerte, pero “no por eso hay que caer en una oferta a los chicos demasiado procesada”.

Entre otras cosas que se omite en los espacios públicos actuales es la competencia, cosa inherente al humano, y que no debe negarse: “la competencia sirve como reguladora por sobre los chicos, aprenden las reglas de la sociedad”.

Estas agrupaciones se presentan en espacios públicos de todo tipo: vecinales, plazas, teatros, y en el centro como en la periferia.

Los espacios para aprender jugando

En la oferta pública más pedagógica, son varios los museos que ofrecen talleres para chicos con una variedad de actividades lúdico educativas. Entre ellos el Museo Estévez y el Castagnino MACRO. Y desde comienzos de abril la ciudad cuenta nuevamente con el Museo Gallardo de ciencias naturales, que ahora agregó un espacio interactivo y tecnológico.

La Escuela Municipal de Artes Plásticas Manuel Musto cuenta con talleres y propuestas muy modernas para chicos de 4 a 18 años, en Sánchez de Bustamante 129.

El Complejo Astronómico Municipal, además de su museo de ciencia y las funciones esporádicas en el Planetario, cuenta con talleres interesantes como el de robótica. Mariela recordó que éste cuenta con una muestra muy interesante llamada Astroludoteca, con tres módulos de juego, para aprender a ver el cielo como lo ven los tobas. “Para hacerla hablamos con ancianos de la comunidad toba”, apuntó.