Los monopatines eléctricos se pusieron de moda y cada vez más rosarinos y rosarinas lo utilizan para pasear, ir al trabajo o a estudiar. Pero su uso no está regulado pese a que disputa espacio público en medio del tránsito vehicular. Ante este vacío normativo, en el Concejo se empezó a analizar una modificación al Código de Tránsito de la ciudad para contemplar derechos y obligaciones de los conductores de estos vehículos.

"Ante el vacío legal que existe y la expansión en toda la región de estos vehículos, sumado al creciente interés de varias empresas que ya están probando sus unidades en la calle, es necesario modificar hoy el actual Código de Tránsito de nuestra Ciudad”, explicó el concejal de Juntos por el Cambio, Gabriel Chumpitaz.

El edil del PRO presentó un proyecto de ordenanza que busca regular la circulación de dispositivos de movilidad personal en la ciudad y resguardar con especificaciones técnicas la seguridad de los usuarios y del resto de los actores de la movilidad urbana.

Según comentó el legislador local, los monopatines eléctricos, que son utilizados para cubrir trayectos cortos, pueden alcanzar una velocidad máxima de 20 kilómetros con una sola carga de la batería. Por lo tanto, es necesario implementar restricciones de velocidad y zonas de circulación.

Hasta el momento, la normativa no lo contempla y las autoridades municipales se han expresado renuentes a admitir el uso de estos vehículos en las bicisendas, y también en las calles entre autos, camiones y colectivos.

La modificación que busca el proyecto presentado por el presidente de la Comisión de Seguridad del Concejo define a estos "dispositivos de movilidad personal" como "vehículos de una o más ruedas dotados de una única plaza y propulsados exclusivamente por motores eléctricos", que solo pueden "estar equipados con un asiento si cuentan con sistema de autobalance". 

En tal sentido, Chumpitaz se manifestó a favor de una propuesta de avanzada y expresó que “esta ordenanza está fundamentada en el cuidado del medio ambiente, ya que el objetivo es incentivar nuevas formas de movilidad que sean más sustentables, sobre todo para el primer o último tramo de un viaje más extenso”. Pero eso sí, sin que haya vidas en riesgo.