En los últimos días se viralizó el insólito caso de una mujer australiana que es vegana, su hija está llena de piojos, pero se niega a combatirlos por considerar que son “seres sintientes”. La historia tomó notoriedad porque su vecina la denunció en un diario: la acusó de no tomar medidas para evitar que su hija transmitiera piojos a la suya cuando juegan juntas.

“Mi hija de siete años es la mejor amiga de la chica de al lado, cuya familia es vegana. Eso está bien; respetamos su elección e incluso hacemos comida especial cuando la pequeña River viene a jugar. Mi problema es que recientemente esta niña encantadora estaba en nuestra casa y se rascaba furiosamente... y descubrí que estaba plagada de piojos”, comenzaba la carta.

Para mi sorpresa, esta mujer dijo que no solo sabía sobre la condición de su hija sino que se negaba a hacer algo al respecto. Los veganos no matan ningún ser vivo, esa es la razón. Mi vecina me dijo que ella estaba en la práctica de peinar los piojos y las liendres en el jardín donde tenían una oportunidad de sobrevivir”, explicó la mujer.

En tanto, la respuesta de la periodista Alexandra Carlton, quien recibió la carta de la mujer, fue ofrecer consejos para prevenir la propagación de los piojos, como atar el cabello de manera ajustada y usar productos protectores.