El boom del streamingo con la posibilidad de acceder a contenidos a cualquier hora va sentando las bases de nuevos hábitos de consumo en los que los formatos tradicionales quedan relegados si no se ayornan a otras modalidades.

Así lo demuestran los números de la industria de la televisión en Estados Unidos, que tuvo un rápido cambio a lo largo de los últimos cinco años a partir del boom de suscripciones a plataformas de streaming, con bajas considerables en los abonos de TV premium, según un relevamiento publicado este miércoles por el sitio especializado Variety.

El fenómeno de las plataformas contrasta con los más de 10 millones de abonos que los estadounidenses dieron de baja en el último lustro, que representa un retroceso de 12 por ciento, mientras que ahora la competencia también se concentra en cómo acaparar más tiempo la atención del público, disputada no solo por el streaming sino por los videojuegos y las redes sociales.

Esa dinámica tiene impacto en el comportamiento del espectador: en términos generales, las transmisiones y el consumo de TV por cable cae respecto de los cinco años anteriores, pero es solo una parte de la cuestión.

El reporte de Variety subraya que, incluso en el diferente panorama actual de televidentes, las cuatro cadenas más grandes promediaron 20 millones de espectadores en total durante el prime time. A pesar de que el déficit respecto de cinco años atrás es de 10 millones de televidentes, los valores son aún considerables como para mantener el interés de los anunciantes.

No obstante, el grupo demográfico de mayor relevancia para ese sector, audiencias de entre 18 y 49 años, está abandonando la televisión más rápido que el declive general de todos los grupos etarios, lo que lleva a que los contenidos del horario central estén volcados a gente mayor de 50 años, un público más pasivo en términos de consumo.

Aún hay formatos que impactan en el encendido, en especial eventos en vivo: reality shows, deportes y periodismo de opinión. 

En tanto, el contenido guionado en TV sufrió una baja inmediata en el período. Muchas de esas caídas se vinculan a que los ejecutivos de la televisión firmaron tratos con plataformas de streaming para dar a los espectadores la chance de ver contenidos posteriormente a que fueran emitidos en TV.

Eso se refleja en casos como el de la serie "Yellowstone" de Paramount: si un drama está solo disponible en televisión, con una larga ventana hasta que la temporada esté disponible en plataformas, el público aún optará por encender sus televisores en determinados días y horarios.

Por otra parte, el exceso de oferta audiovisual de hoy en día también juega un rol en el cambio de comportamiento de los espectadores. La cantidad de producciones subió cada año desde 2008, con la salvedad del pandémico 2020, y el año pasado hubo un pico de 1.923 series.

Actualmente, el streaming acapara 51.5 por ciento de todas las producciones originales en Estados Unidos, un salto de 13 por ciento respecto de 2016.

De todas formas, aún es posible aumentar la audiencia televisiva: el reporte detalló que doce cadenas de 124 tuvieron un aumento de público en los últimos cinco años, dato que es excepcional si se registra que 90,3 por ciento del total perdieron espectadores.