La espera para abordar un colectivo, avión o cualquier medio de transporte puede volverse muy tediosa. Un buen libro, algo para mirar en una computadora o el celular, una compañía digna, todo ayuda a pasar el momento. Y también puede pasar que algo inesperado haga de esa espera uno de los mejores recuerdos de tu viaje. 

Eso le pasó a decenas de argentinos y uruguayos mientras esperaban abordar un buquebus que cruce de un país a otro. Parece que a algún niño o niña - no importa la nacionalidad - se le fue un globo con helio de Peppa Pig. Los viajantes no tardaron en organizarse y, torre humana mediante, hicieron todo para recuperar el juguete de cotillón. Los aplausos no tardaron en llegar y lo más importante: el tango, Gardel, el dulce de leche y Peppa Pig fueron, por un rato, de una misma patria. 

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