Un instructor de kayak de Rosario contó en redes sociales el inesperado trance que atravesó este fin de semana, cuando un ejemplar de yarará apareció en medio del río, a la altura de La Florida, y se trepó a su embarcación, a riesgo de atacarlo con su fatal mordedura.

Las fotos que publicó Diego tuvieron alta circulación en redes, y hasta una usuaria desde Misiones se las apropió para contar la experiencia como propia.

"Dada la gran repercusión que tuvieron estas imágenes y debido a la cantidad de falsedades escritas en distintos medios, desde la Escuela de kayak Alma de Río queremos contar cómo fue exactamente el hecho", escribió el instructor en un posteo en Instagram.

El encuentro con el ofidio sucedió el fin de semana pasado, en una de las salidas de la escuela, al cruzar el Paraná a la altura del balneario La Florida. El profesor de la escuela que venía remando en su kayak vio la víbora que reptaba en el agua y se acercó para sacarle una foto. Resultó que era una yarará, que con poca timidez y más cansancio seguramente, pronto se trepó a descansar en la cubierta del kayak, escasa distancia del remero, que acertó en guardar calma y no realizar movimientos bruscos.

El profesor "le habla, diciéndole que se quede tranquila y que la iba a llevar a la costa. La yarará se enrosca y muestra su cascabeleo amenazante (N. de R: así refiere al movimiento del extremo de su cola, pues esta especie no posee cascabel) cuando Ale hace el movimiento de remar, por lo que decide hacer un paleo bajo y lento para que la yarará se tranquilice. Al cabo de un rato la yara comienza a deslizarse por la cubierta hacia Alejandro y para tranquilidad de él decide bajarse del #kayak y seguir su destino nadando".

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En el posteo de la escuela de kayaks también aprovechan para enseñar un poco acerca de la fauna autóctona de la ciudad y detallan que "la yarará (Bothrops Alternatus) vive en ambientes terrestres y acuáticos, y en épocas de lluvia y creciente del río es común que sean arrastradas por camalotes y tengan que nadar por el río en busca de tierra firme. Nadar les consume mucha energía por lo que buscan algún lugar para subirse y poder descansar".

Sin embargo explican que "no es común que una víbora suba arriba de un kayak, en este caso lo mejor es dejarla descansar y si se acerca a nosotros guiarla al agua con el remo". Esto lo explican en relación al posteo de una joven de Misiones que compartió las imágenes y dijo que eran de su propiedad, diciendo además que era común que se suban a las botes para cruzar el río.

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También explican que es más probable tener un encuentro de estas características en tierra firme. En cualquiera de los dos casos "es importante mantener la calma para que no se sienta amenazada, ya que sólo ataca cuando se siente agredida. Quedarnos quietos y alejarnos lentamente es la mejor opción".

Finalmente, cierran el posteo con una reflexión: "Nuestras actividades al aire libre pueden ser más o menos dañinas según nuestros valores, responsabilidad, conciencia y respeto. Matar a los seres que no nos gusten o que les tengamos miedo es algo totalmente dañino, perjudicial para el medioambiente y sin sentido. Elijamos no matarlas, informándonos y cuidándonos".